Juan Carlos Parra es el que visita este jueves la sección de los veteranos de la UD Santa Bárbara. Este hombre, que nació en Toledo en el año 1950, ha sido uno de los delanteros que han escrito parte de la historia del club capitalino. Su nombre futbolístico fue Carlos Parra y se inició en el mundo del fútbol en el CD Imperial Alcázar, a los dieciséis años de edad.
Podía ocupar indistintamente las demarcaciones de delantero centro y de interior derecho y en el Imperial actuó durante dos temporadas. Ya en sus comienzos mostró las cualidades que le definieron como jugador y, además, demostró su calidad como lanzador de faltas directas.
Fue en 1969 cuando Parra obtiene la carta de libertad del Imperial Alcázar y firma por la entidad armera a los diecinueve años de edad. Actúa durante dos temporadas bajo las órdenes de los míticos entrenadores Paco Cacharra y Paulino Lorenzo.
Pone fin a su etapa en el Santa en 1971 para alistarse en el servicio militar y es destinado en el cuartel madrileño de Colmenar.
En 1974, Carlos Parra, aprueba las oposiciones e ingresa en la Diputación Provincial de Toledo, trabajo con el que ha estado vinculado durante toda su vida hasta su jubilación.
Cambia al fútbol sala
Pero como le sigue picando el gusanillo del deporte, en 1982 –ya con 32 años de edad- se compromete con el equipo de fútbol sala Doberman, club en el que milita durante siete campañas. Este equipo estaba presidido por Modesto Serrano y coincidió con jugadores de la talla de los hermanos Alfredo y Javier Aceña y Tito Galán. En una de estas temporadas, Parra se erigió en el máximo anotador de la liga.
Ahora, en su dorado retiro, recuerda con emoción el trabajo desarrollado en la UD Santa Bárbara de personas como Exsuperio, Loaísa o el masajista y utillero Jesús. Y se llena de nostalgia cuando rememora sus andanzas deportivas con compañeros de la talla de Alfredo, Miguel Ángel, Javi, Rafa, Estévez, Serrano y los hermanos Goyo y Carlos Barroso.
Además, no pierde la esperanza de ver, de nuevo, jugar a la UD Santa Bárbara en el campo Carlos III.
Actualmente, Carlos Parra camina habitualmente para mantener la forma física y también entrena a sus dos nietos, de nueve y once años de edad, para conseguir convertirlos en buenos futbolistas.