domingo, 24 noviembre 2024
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Cerro Gallinero o cuando la naturaleza inspira al artista en la Sierra de Gredos

Museo vivo al aire libre a una hora de Talavera de la Reina

El Centro de Arte y Naturaleza Cerro Gallinero no deja indiferente al visitante.

Hasta 41 obras artísticas están dispuestas en un paisaje granítico de piedras caballeras que la caprichosa naturaleza ha ido dando forma a lo largo de miles de años y que ahora el hombre intenta embellecer más aún si cabe.

El árbol de la vida, de Xavier Sis.

Quien se acerca a conocer Cerro Gallinero ama la naturaleza y tiene inquietudes artísticas, aunque esto no es necesario para dejarse caer por este curioso y atractivo museo al aire libre que poco a poco va siendo más conocido y que durante la pandemia del coronavirus ha visto incrementar exponencialmente sus visitantes.

Todo comenzó en 2008

La localidad abulense de Hoyocasero, de apenas 300 habitantes, se encuentra a una hora de Talavera de la Reina, el gran centro cultural al sur del valle del Tiétar.

El Cerro Gallinero dista dos kilómetros de su recogido núcleo urbano, en un enclave paradisiaco situado a 1.600 metros de altitud, en la cuenca alta del río Alberche y vigilado por el macizo central de Gredos.

‘La nube’, de Garlos de Gredos, una de las creaciones más fotografiadas y que recibe al visitante que se acerca a Cerro Gallinero.

Uno de sus habitantes, Carlos de Gredos, llevó su idea al ayuntamiento en 2008 y su alcalde se puso manos a la obra, nunca mejor dicho, para crear un atractivo turístico y cultural en uno de tantos pueblos azotados por la despoblación.

La cesión de las 31 hectáreas municipales en el cerro, permitieron a Carlos disponer de un espacio donde poder asentar lo que desde 1984 eran sólo “proyectos de naturaleza efímera”.

‘Estación de Gracia’, de Almudena Paúl.

Fue en 2010 cuando Cerro Gallinero empezó a convertirse en el museo al aire libre que es hoy en día. Bueno, algo más que un museo, puesto que, como reza su denominación, es un centro de arte donde también tienen cabida encuentros poéticos, recitales, talleres o conciertos.

Hace, pues, 12 años, el ancestral museo natural de piedras caballeras de Cerro Gallinero comenzó a acoger sus primeras obras, “3 ó 4, hoy en día son 41 y con perspectivas de seguir creciendo”.

Intervenciones artísticas

Hasta ahora hemos rehuido utilizar el término escultura “porque no son esculturas, son intervenciones artísticas en la naturaleza”, en las que incluso las hay sonoras, que pueden escucharse a través de un código QR, apunta Carlos de Gredos a este digital.

Por eso, cualquier artista o cualquier obra no es susceptible de integrar la colección del Centro de Arte y Naturaleza Cerro Gallinero ya que es condición sine qua non tomar contacto con el entorno, localizar un enclave y “leerlo, que te sugiera o inspire la creación artística que ahí tiene cabida: el artista en diálogo con la naturaleza para crear su obra”, explica con emoción.

‘Stonehead, el que mira al Cerro’, de Manu Pérez de Arrilucea.

En esa decisión también influyen las condiciones climatológicas (lluvia, sol, niebla) y las horas del día y la época del año, que confieren distintos puntos de vista, y no ya sólo para el artista, sino también para el visitante de este museo de apariencia inerte pero que está muy vivo.

‘La sombra del Infinito’, de Carlos de Gredos.

En este sentido, cabe señalar que en julio del año pasado se inauguró una propuesta anónima y colaborativa para que cualquier persona pueda ser partícipe de su crecimiento: ‘Apacheta. Poema lítico’, en la que los visitantes pueden depositar una piedra a manera de ofrenda simbólica, “para aliviar las pesadas cargas que llevan”, y contribuir a modificar una obra cuyo final es impredecible.

La obra colaborativa ‘Apacheta’ va modificando su forma a medida que los visitantes contribuyen con su aportación.

De momento, son 28 artistas los que exponen en Cerro Gallinero, entre ellos cuatro abulenses contando a Carlos de Gredos, varios españoles, un canadiense, un italiano y Nils Udo, polifacético artista alemán conocido internacionalmente y uno de los máximos exponentes del Land Art (Arte Terrestre).

Carlos de Gredos desvela que pretende que Udo pueda dejar una obra permanente, puesto que las que tiene son a base de pigmentaciones en la piedra o de madera con elementos vegetales con fecha de caducidad.

Carlos de Gredos (i) y Nils Udo, en Cerro Gallinero.

Visitas gratuitas

En definitiva, el Centro de Arte y Naturaleza Cerro Gallinero se postula como una buena opción para el visitante ávido de cultura y naturaleza, muy atrayente para que los más pequeños de la casa tomen contacto con ellas, bien mediante una visita guiada o libre, en cualquier caso gratuita.

‘El mensajero de los dioses’, de Juan Jesús Villaverde.

Todo el que se acerque encontrará indicaciones para llegar desde Hoyocasero a Cerro Gallinero y un plano con fotos y texto explicativo de cada obra en el buzón del aparcamiento.

¡Ah!, y si alguien les pregunta durante la visita de dónde vienen, no crean que es un cotilla, será Carlos, cicerone incansable por dar a conocer esta iniciativa impagable y que de paso les informará que en el mes de julio van a subir un piano al ‘Laberinto’ y que a ese mágico concierto no puedes faltar.

‘El laberinto’, de Helena Aikin, centro neurálgico de reuniones, recitales y conciertos.

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