Llevaba tiempo sin asomarme a esta tribuna y no por falta de ganas o temas, que en esta Talavera de las reinas hay y a raudales. Tampoco viene al caso el porqué.
Podría hablar de bochornosas peleas entre septuagenarios, o de ridículas disputas para estar al frente de los pensionistas de la ciudad; de pólizas o préstamos municipales, de los que hemos aprendido que nada tienen que ver; o de trasvases y trenes y del papelón que tienen ahora los PSOEs en estos asuntos de los que no veo, ni siquiera intuyo, una solución que beneficie medianamente a nuestra ciudad. Sólo decir a colación que al igual que en El Viso de San Juan se ha pedido y aprobado una consulta popular sobre si la gestión del agua debe ser pública o privada, aquí se haga lo mismo para saber cuántos lumbreras quieren y van a utilizar el AVE con destino a Toledo a 25 pavos el trayecto cuando llegue, si es que llega. Como vive en un estudio perenne no creo que una ‘preguntita de ná’ interfiera en ídem.
Empero parafraseando a mi tan admirado como cansino histriónico Boris Izaguirre –es difícil, pero le estimo y aborrezco a partes iguales- yo digo: ¡Páralo Dol! Y es que creo –bueno, con lo consignado en los PGE este año estoy seguro- que aún Talavera está a tiempo de no meter con calzador una ampliación del Palacio de Justicia sobre un solar que guarda, como buena parte del subsuelo de la zona centro de la ciudad, vestigios arqueológicos de nuestro pasado que a buen seguro, como dicen los expertos, llegarán a la Caesaróbriga romana.
El actual gobierno local presume de haber conseguido ese proyecto para la ciudad, pero la ciudadanía no olvida que con su connivencia el propio Ministerio de Justicia se quería ‘brincar’ la Ley de Patrimonio Histórico Español de 1985 y la Ley del Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha de 2013, y no hacer prospección arqueológica en los terrenos. Y tampoco olvida que ambos querían poner una losa de hormigón y mirar para otro lado como siempre ha sido práctica habitual por estos lares en asuntos de patrimonio y donde el urbanismo y/o la especulación han prevalecido sin rubor. Y de la losa de hormigón a un cristal y “mira qué bonito nuestro pasado que puedes consultar más ampliamente en el Archivo Municipal”. Y luego las dudas sobre si seguir excavando fuera del plazo primigenio; y mientras reclamando a la Junta de Comunidades que nos concedan la declaración de Conjunto-Histórico Artístico que sólo con esa hoja de servicio y las aberraciones de la Corredera y de la gasolinera de El Salvador bastaría para no concederla en un millón de años.
Cualquiera que haya ido al Palacio de Justicia de Talavera habrá tenido esa sensación de retroceder en el tiempo, como cuando en los años 90 viajábamos a Portugal. Sólo los teléfonos móviles, esas endiabladas pantallas planas y el detector de metales, bueno este no, denotan que allí se encuentran en el siglo XXI; el resto es deprimente… y sus aparcamientos inexistentes.
¡Dolores Delgado, páralo! Ayuda a que retomemos el proyecto de 2010 de edificar un nuevo Palacio de Justicia, no sé si en la Avenida de Madrid o ya de una p. vez al otro lado del río, para que este chorizo de ciudad ensanche y comience a integrar su río y nuestras reivindicaciones sobre el mismo tengan otro argumento más. Y hagamos de ese solar y del que deje el actual Palacio un museo, incluso el merecido de Historia y Arqueología en el pack. No creo que la Ruta de los Murales se resienta, más bien todo lo contrario, quizás las mentes pensantes sí.