Talavera: ¿La ciudad de la ira?

Me propongo despedir el penúltimo mes del año evitando que estas líneas puedan herir a los protagonistas de la actualidad regional que se retratan en esta sección. Bastante ira se respira en esta Talavera de nuestros pecados como para calentar más el ambiente. No obstante, fiel a la costumbre de este diario, me esmeraré en escribir mi particular versión de lo que acontece políticamente por estos pagos.

Y la verdad es que no debería preocuparme en lanzar críticas desde este balcón porque éstas sirven de acicate a los buenos gestores, aunque, la verdad, no sientan nada de bien a esos políticos inseguros que copan ciertos puestos de responsabilidad por aquí. El tema estrella de la semana han sido las primarias de Podemos. Ha revalidado su puesto como candidato a presidir la Junta el ‘talaverano’ José García Molina, pero se ha visto que el partido está dividido.

Tanto es así, que el principal opositor interior de García Molina, David Llorente, ha quedado en segunda oposición y parece que se le quiere apartar. No obstante, Llorente da la impresión que ocupará el primer puesto en la lista de Guadalajara. Con el triunfo del actual vicepresidente segundo del Gobierno regional todo hace indicar que la formación morada continuará como hasta ahora, por lo que, en caso de hacer falta, se volvería a pactar con el PSOE para gobernar la región.

Tras estas primarias, Podemos debe de cerrar su confluencia con IU cara a los comicios. Algo que no parece nada fácil. Se han dado los primeros pasos para que cristalice en la región, va por buen camino en Toledo y casi se descarta en Talavera. Es más, en la Ciudad de la Cerámica ya se da como seguro que Sergio Ortíz confeccionará una original candidatura y que no se cuenta con ninguno de los dos ediles que Ganemos tiene en el consistorio: Sonsoles Arnao y Miguel Ángel Sánchez. Y eso que ambos han realizado un excepcional trabajo desde la oposición.

El nuevo secretario general de Podemos Talavera, uno de los grandes apoyos de José García Molina, puede tirar por la calle de en medio o, en su defecto, contar con la gente de Xtalavera si este movimiento no cuaja al final como opción electoral. Por cierto, lo que parece que no se hará realidad ya es esa candidatura que algunos empresarios querían lanzar. Han comprendido que ese ambiente de cabreo que pulula por las calles no es suficiente para obtener algún concejal.

Así, que algunos que andaban en este asunto, pues parece que quieren acomodarse en Ciudadanos, una formación que tampoco encuentra líder electoral por el momento y eso que éstos -que hasta ahora habían votado al PP con mucho agrado- están aireando sus simpatías por el partido naranja.

Y es que el PP en esta ciudad que parece de la ira se desangra en apoyos. El Gobierno local recibe más crítica que elogios y cada vez se le nota más preso de su dejadez. Ni está en los grandes detalles, ni en los mínimos y casi todas las concejalías suspenden ante los ojos de unos vecinos que han mostrado, con manifestaciones incluso, que Talavera parece encaminarse a la muerte.

El Gobierno de Talavera

En un principio, el gabinete Ramos parecía que iba a salir ileso de la oleada de críticas porque se habían fijado como blanco los gobiernos nacional, regional y provincial. Con el ya olvidado decálogo, el alcalde parecía que tenía encaminada la legislatura políticamente, pero la falta de proyectos, actuaciones y hasta de sensibilidad –en algunos casos-, junto a la crítica labor de la oposición, han hecho que las acusaciones, sin olvidar a las demás administraciones, alcancen de lleno al Gobierno local.

Da la impresión que los rectores del ayuntamiento talaverano aún no se han enterado de que están perdiendo terreno o, al menos, lo disimulan. Tampoco se percatan de que el viejo discurso mártir de que la Junta y la Diputación olvidan la ciudad ya no es tan eficaz porque, entre otras cosas, han perdido la batalla de la Variante –los ciudadanos han entendido que no se termina porque el Ayuntamiento no enmienda el POM- y la de la Oficina de Turismo –que creen que la Diputación ha hecho sus deberes y el consistorio no-.

Tampoco es muy popular ese intento de ninguneo que desde el Gobierno municipal se quiere hacer de ‘Atémpora’ y tampoco se ve con buenos ojos esos constantes ataques a esa talaverana que se sienta en el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha. Tal vez es porque saben del peligro que puede llevar Tita García para su permanencia en el poder local.

Sin ir más lejos, María Rodríguez decía este miércoles que no sabía si Tita era consejera, presidenta de la Junta o candidata en un afán de censurar la actuación de la socialista. Aunque creo que se equivoca, pues lo único que pone de manifiesto es que García se preocupa de la ciudad, tal y como comienzan a apreciar los votantes.

Pero la guerra entre el PP y el PSOE no tiene únicamente el escenario de Talavera, ya que -aunque el líder regional del Partido Popular, Paco Núñez, ha apuntado que firmará un pacto con los socialistas sobre el agua, la financiación y el empleo- continúan desarrollando las mismas funciones de oposición que marcó Cospedal.

Un ambiente que se enrarecerá más cuando Núñez nombre a los candidatos a las alcaldías de las cinco capitales de provincia de la región. Una tarea que no le será muy difícil, aunque en Toledo se ha vuelto a postular Carlos Velázquez, el hombre que ya rivalizó con él en las primarias.