La consejera de Fomento, Agustina García Elez, ha anunciado que esta semana el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado el recurso contra los planes de sequía de algunas demarcaciones hidrográficas que afectan a la región. En concreto, se han recurrido los planes del Guadalquivir, Segura y Júcar, y la parte española de las demarcaciones hidrográficas del Tajo y Guadiana.
Un recurso que, según la consejera, se fundamenta en que “dichos planes de sequía se han tramitado de forma individual y tenían que haberlo hecho conjuntamente con los planes hidrológicos, porque su elaboración debe realizarse con el máximo rigor en el estudio de las implicaciones socioeconómicas y ambientales, debiendo contar con la participación de todos los agentes sociales y económicos implicados, así como de las administraciones afectadas para garantizar el proceso”.
Directiva Marco del agua
En este sentido, García Élez reitera que “la gestión de la escasez durante los periodos de sequía no puede formalizarse sin tener en cuenta el Programa de Medidas establecido en los planes hidrológicos de las demarcaciones”.
En su opinión, los planes especiales de sequía deberían limitarse a identificar los periodos de sequía, aplicando las medidas correctoras que corresponden en un contexto de disminución de precipitaciones. Unas medidas que deberán estar en consonancia con los objetivos medioambientales que marca la Directiva Marco del Agua.
Asimismo, manifiesta que estos planes “facilitan el deterioro medioambiental de las masas de agua y no valoran su repercusión sobre los espacios de la Red Natura 2000 de Castilla-La Mancha durante la sequía y, por lo tanto, ponen en peligro la protección que deben hacer de nuestros espacios naturales”.
Además, añade la consejera, “permiten reducir los caudales ecológicos de las masas de agua de la región para satisfacer usos distintos a los de abastecimiento de la población, que realmente son los únicos usos que pueden imponerse, según la Directiva Marco del Agua”.
Mayor problema en la demarcación del Tajo
Por último, Agustina García Élez ha indicado que el problema se incrementa en la Demarcación Hidrográfica del Tajo, “al imponer las demandas socioeconómicas de la cuenca del río Segura sobre las necesidades ambientales de la cuenca del Tajo”.
En este sentido, asegura que “el trasvase Tajo-Segura es un condicionante previo a cualquier planificación con o sin sequía, usurpando la prioridad previa que otorgan las Directivas Europeas a las necesidades ambientales, y que en el Tajo quiebran en favor del Segura”.
Por ello, considera que “con estos planes seguiremos con los ridículos caudales mínimos en el eje del Tajo-Medio, por lo que se refuerza la dedicación de la cabecera del Tajo a las demandas del Segura, estableciendo una Unidad Territorial de Escasez exclusivamente para servir al Segura, en territorio del Tajo, y esto es algo que tenemos que seguir reivindicando para que no se apruebe tal y como está pensado”.
Por último, la consejera insiste en que “no es admisible para nuestra región que no se respeten las necesidades medioambientales del río Tajo; ni que se considere a esta cuenca ‘excedentaria’ y, al mismo tiempo, se apliquen restricciones para los usos propios del Tajo que pueden atenderse desde la cabecera, pues con ello se vulnera la legislación vigente en cuanto al principio de la prioridad de la cuenca cedente”.