El Instituto de Ciencias de la Salud (ICS) vivió el pasado viernes uno de sus momentos más emotivos con la jubilación de Ignacio Rodríguez Sobrino, el gran Igroso, tras cuarenta y tres años de ejemplar y comprometido servicio en distintos departamentos del centro talaverano.
Al emotivo activo asistió la mayor parte de la plantilla actual del ICS, una nutrida representación de los compañeros ya jubilados, gran número de amigos personales de Ignacio fuera del ámbito sanitario y, por supuesto, su esposa Lola, sus hijas Raquel y Rebeca, sus nietos y una buena representación de sus familiares más cercanos.
Tras dar buena cuenta del generoso ágape que el homenajeado ofreció a las más de cien personas presentes, comenzaron los momentos más emotivos y festejados con la chanza poética de Rubén Rodríguez, heredero directo de Ignacio en la sección de versos del ICS, las líneas entrecortadas de Julio Martín cuya lectura tuvo que acabar Alberto Retana, director de La Voz del Tajo y también presente en el acto, el duelo de ripios protagonizado entre el propio Ignacio y el director del centro, Juan Atenza, y el brillante broche final musical del gran ‘Jero’ con su saxo.
Tras las rimas y leyendas, los compañeros obsequiaron a Ignacio con un montón de regalos y recuerdos, destacando entre ellos una camiseta de su atleti, dirigiéndose luego el homenajeado a todos los presentes para agradecer su presencia, su cariño y todo lo aportado mutuamente durante los cuarenta y tres años de estancia de Ignacio en el ICS.
Es la despedida que Ignacio Rodríguez Sobrino merecía por la honestidad, lealtad y generosidad con la que transita por la vida esta gran persona que abandona el ICS, pero no su también reconocida e importante actividad periodística, faceta en la que es un referente imprescindible no sólo en La Voz del Tajo, su casa, sino también en el ámbito del periodismo local y provincial.
Felicidades, Igro, y que esta nueva singladura vital te sea todo lo feliz y fructífera que mereces.