Cuando aún se escucha parte del último adiós a Alfredo Pérez Rubalcaba, bien merece hacer un recuerdo de este político que dejó impronta en la provincia de Toledo. El que fuera vicepresidente del Gobierno español, entre otros cargos, fue el primer cunero que tuvo el PSOE en su candidatura al Congreso de los Diputados.
Parecía que el número uno de dicha lista estaba preparado para él, pero no fue así. Encabezó esta candidatura en 1993 Juan Pedro Hernández Moltó, que era el secretario regional de los socialistas y el de más importancia después del entonces presidente José Bono. Si se echa un vistazo a esta candidatura se puede comprobar que tras Moltó y Rubalcaba aparece la talaverana María del Carmen Moreno, un trío que logró entrar en la cámara.
El cuatro fue para Luis Cabiedas, un hombre que dejó muy buen sabor de boca como diputado provincial, y en el cinco figuraba un emergente Emiliano García-Page. Rubalcaba en aquella época tuvo mucho trato con la prensa provincial e incluso propició que se diera alguna exclusiva como la que contó el compañero Francisco Gómez Herruz sobre su nombramiento como ministro de Educación.
Rubalcaba a lo largo de su dilatada vida política ha figurado en las candidaturas de Toledo, Cantabria y Madrid. A esta provincia llegó de la mano de Hernández Moltó. Ambos coincidieron en el colegio del Pilar de Madrid –auténtico vivero de políticos en la transición y en los años posteriores- y a los dos les encantaba practicar atletismo.
Profesor de Química en Ciudad Real
Antes de aterrizar en Toledo, el que también fuera ministro del Interior ejerció como profesor de Química en Ciudad Real y como relatan los periódicos de entonces no se sentía desplazado en nuestra comunidad. En la campaña de 1993 se le pudo ver visitar poblaciones de la Mancha toledana o de los Montes de Toledo, asistir a la romería del Valle o pedir el voto en el Martes toledano.
Le acompañó la polémica cuando estuvo presente en el acto institucional del Día de Castilla-La Mancha porque el PP acusó de que se había preparado un evento electoralista y fue la persona clave para que el edificio de San Pedro Mártir se incorporara a la Universidad. Eso sí, no pudo asistir a la procesión del Corpus del 13 de junio porque se tuvo marchar a Italia para celebrar que Indurain había ganado su primer Giro.
Y, muchos años después, cuando Rubalcaba era ya el secretario general del PSOE también realizó campaña por la región y en Toledo. Aquí ya le acompañó un Emiliano García-Page más hecho y con más experiencia que aquel que figuró en la candidatura al Congreso de los Diputados del año 1993.