El CD Torrijos está mentalizado que si quiere mantener la categoría debe de convertir su estadio San Francisco en un fortín. Y lo está consiguiendo, pues en esta jornada se impuso al Almagro por 2-1 y eso que acabó el envite únicamente con diez jugadores porque Juancar fue expulsado en el minuto 80.
Los rojiblancos se fueron a los vestuarios en el descanso con una ventaja de 2-0, pues Auñón había inaugurado el marcador en el minuto 9 y el matador Borja Escuredo aumentó la renta en el 44.
Pero tras el descanso la aparente tranquilidad se rompió, ya que Carlos Ramos acortó distancias a los dos minutos de la reanudación. No obstante ya no se movería el marcador porque los hombres de Fran Sánchez impusieron su fútbol control ante un rival que carece de mordiente en ataque.