El Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, centro dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), ha retomado su programa de terapia con caballos para los pacientes que quieran disfrutar de los beneficios, tanto físicos como psicológicos, que conlleva esta práctica deportiva con carácter terapéutico.
Este programa, puesto en marcha por el servicio de Rehabilitación Complementaria, a través de su área de Deportes, consta de una sesión semanal de 45 minutos, en la que participan un total de tres pacientes y que es impartida por un especialista en equinoterapia (hipoterapeuta).
Los pacientes que participan en este programa cuentan con todo el material que precisan, dependiendo de su nivel de lesión, para sacar el mayor partido posible al caballo.
Beneficios
Según el responsable del área de Deportes del Hospital Nacional de Parapléjicos, José Miguel López Agudo, entre los beneficios que se observan en los pacientes que ya han asistido a estas clases de equinoterapia destacan la mejora del equilibrio, fundamentalmente en pacientes con lesiones dorsales; la reducción de rigideces y tensiones musculares propias de la espasticidad; la estimulación de los músculos y articulaciones; los beneficios para el tránsito intestinal y la mejora de la circulación sanguínea, entre otros.
Con este tratamiento alternativo, “el usuario está expuesto a los movimientos de vaivén que provoca el propio caballo y que son similares a los que realiza el cuerpo humano al caminar, lo que supone que el paciente no se enfrenta pasivamente al movimiento, sino que se ve obligado a reaccionar frente a una serie de estímulos producidos por el trote del equino”, ha explicado López Agudo.
Para sacar el mayor rendimiento posible, el paciente debe adoptar una actitud activa, ya que deberá realizar movimientos para estirarse, relajarse y mejorar su coordinación y su equilibrio.
A los beneficios físicos, se suman los psicológicos, ya que “esta práctica terapéutica da una continuidad a la rehabilitación de los pacientes fuera de un entorno hospitalario y eso, sumado a la carga positiva que ejerce el trato con animales dóciles y adiestrados, les aporta grandes beneficios psicológicos”, ha aclarado José Miguel López Agudo.
Con las sesiones de equinoterapia, los pacientes “superan situaciones que, en principio, pueden parecer hostiles, como las transferencias al animal, la monta y desmonta o la marcha y ejercicios sobre una superficie que está en movimiento de marcha y vaivén. No debemos olvidar que la mayoría de los pacientes que se inician en esta modalidad deportiva, nunca han montado a caballo”, ha asegurado el responsable del área de Deportes del Hospital de Parapléjicos.