Jaime López Cepeda, -de 63 años de edad, párroco de la parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria y capellán de la Residencia Social Asistida- cuyo cadáver fue encontrado en una cuneta , en las inmediaciones de dicha residencia en la carretera que une el barrio de Azucaica con la ciudad de Toledo, por agentes de la Policía Nacional falleció de muerte natural, según el atestado que ha hecho la propia Policía y ha hecho público la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha.
El cadáver fue encontrado el pasado 31 de marzo a las diez de la mañana.