La época estival siempre ha sido un tiempo especial para todos, aunque este año es la cosa muy distinta, pues nos enfrentamos al abrasador verano con la mascarilla en ristre y con la poca moral que nos está dejando esta amenazante pandemia. Los pueblos de nuestra provincia se llenan de gente, regresan a su lugar de origen aquellos que se fueron para prosperar y otras vacaciones preferían la playa antes que al reducto que les vio nacer.
Eso sí, la mayoría continúan con la intención de quedarse en casa, debajo de la parra, y no dejarse ver por la calles y bares de la zona. Se muestran más solos que Paco Núñez, presidente del Partido Popular en Castilla-La Mancha, que lleva un tiempo pidiendo que el presidente regional, Emiliano García-Page, le reciba y éste le remite a que hubiera firmado el Pacto de Recuperación, tal y como hicieron sindicatos, otras organizaciones y Cs.
No obstante, la maniobra es una táctica más de un Núñez al que se le ve algo desfondado, fuera de sitio y sin ocupar un lugar de privilegio en los medios de comunicación por su falta de ideas a la hora de realizar la oposición y por su fijación continua sobre Page. Ya he dicho en esta sección, en otra ocasión, que poner toda la maquinaria del partido a trabajar para buscar el desgaste político del presidente hace que al PP en las provincias, y más en las poblaciones, se le vea corto de ideas y sin personalidad a la hora de ejercer su gestión de gobierno o de oposición.
Eso sí, en algunas poblaciones se nota una buena acción de gobierno por parte de los populares, pero en otros no son capaces de cristalizar una oposición digna. En Talavera, por ejemplo, siguen sin iniciar el vuelo. Continúan hundidos en el fango que crearon en la anterior legislatura y únicamente intentan hacer valer una gestión que no fue admitida por los electores para defender sus grandes errores.
Al pírrico grupo popular municipal de la Ciudad de la Cerámica se le ve desamparado, desnutrido y algo dividido. Falta un líder que tiene que venir de una renovación que no tiene que hacerse esperar en el seno del partido. Día a día, el PP talaverano airea una serie de asuntos que les restan más votos. El presidente del partido a nivel local, sempiterno aspirante a diputado regional, Santiago Serrano, hace unas lunas vino a decir, viendo la situación laboral que existe en la urbe, que los planes de empleo poco menos que no debían de existir.
Unos planes que son rentables y beneficiosos si se saben gestionar y se atienen a la legalidad, sin saltarse las normas pese a las advertencias de sindicatos y oposición, algo que, como han dichos los tribunales, no hizo el anterior Gobierno municipal. El PP de Talavera lo único que hace es ruido y nada más.
El ruido y el Cs
Precisamente, hace unos años los dirigentes políticos de los partidos siempre decían que en Talavera siempre había ruido y eso no era bueno para el devenir de la ciudad. Ahora en Toledo también está apareciendo cierto ruido, que se asemeja mucho al de la Ciudad de la Cerámica, en asuntos como el de la Vega Baja o la remodelación de la calle Comercio.
Y, cambiando de tercio, me voy a referir a ese fenómeno que representa el Cs de Talavera de la Reina. Un partido que logró obtener tres concejales en los últimos comicios locales después de que su grupo municipal, en la anterior legislatura, fuera engullido por el PP y presentó una candidata, como Susana Hernández, que no era conocida. Cs sonó, durante los cuatro años antes de las elecciones, por las preguntas que realizaba en las sesiones plenarias una entusiasta ejecutiva local -que luego desapareció- y que les llevó hasta este buen resultado.
No obstante, a nadie se le escapa –porque ellos mismo no lo esconden- que los integrantes del grupo municipal están divididos y hasta enfrentados. Quizá por eso, desde la cúpula provincial, han decidido que Sergio Delgado se erija en portavoz en lugar de Susana Hernández. Debe ser un intento para que Cs siga existiendo, algo que se ve difícil si se observan sus últimos resultados electorales.
En la región, Ciudadanos vive bien a la fresca sombra del PSOE. Disfruta de cierto protagonismo y los socialistas, además, no hacen nada para quitarle popularidad. Es lo que tiene un pacto, pero ya veremos que rentabilidad le da, al final, a la formación naranja.
El fútbol
Toledo y Talavera siempre han mantenido su rivalidad futbolística. Parecía que los equipos de estas ciudades no podían vivir sin esa eterna pugna, pero los avatares deportivos han hecho ver que pueden hacerlo, aunque no es lo mismo. Ahora, el CD Toledo está en guerra. El equipo no ha sido capaz de ascender y la crisis se ha agudizado. La afición quiere echar al máximo accionista, el mexicano Jorge Berlanga, y solicitan otros dirigentes al frente de la entidad. El sueño verde se ha esfumado y el futuro es, como mínimo, incierto.
Y mientras el Toledo padece en Tercera división, el CF Talavera estrena nuevos dueños. Aprueba el presupuesto más importante de su historia, casi 1,5 millones de euros, y está confeccionando una plantilla experta y con oficio. Está dando pasos para ascender a Segunda división y esto ilusiona a una afición que no sabe que ha hecho para merecer esto. De la noche a la mañana, un club que luchaba por no desaparecer piensa en ascender y da la impresión que es rico.
Los nuevos dueños de la entidad blanquiazul ya dijeron en la asamblea del pasado jueves que van a por todas. Quieren profesionalizar el club, construir nuevos vestuarios, un gimnasio para los jugadores y mantener su luna de miel con los dirigentes municipales para, además de disfrutar del nuevo césped de El Prado, explotar los bajos y gozar de amparo del Ayuntamiento. En el partido del Gobierno y en algún sector de la afición existen ciertas dudas sobre la situación.
Hablar que esperar como comienza a andar la nueva SAD Talavera para juzgar. De momento reina el optimismo y, lo que es más importante en el mundo del fútbol, la ilusión. Veremos en qué queda todo.