El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado que es “un reto”, pero también “un compromiso” sacar adelante el curso escolar y ha resaltado que España no puede ser el único país de Europa que no abra los colegios.
En una rueda de prensa en el Palacio de Fuensalida, en Toledo, donde ha analizado la Conferencia de Presidentes que ha tenido lugar este viernes de forma telemática, García-Page ha señalado que hay que gestionar la nueva normalidad adaptándose y “reaccionando ante la aparición del virus”.
“Tenemos que tener cautela, pero también perseverancia”, ha continuado el jefe del Ejecutivo autonómico, quien se ha mostrado “satisfecho” del nivel de cooperación de la comunidad educativa de cara al inicio de este nuevo curso.
“Conseguir que no pase”
Además, ha dicho que un nuevo confinamiento integral “sería nefasto” y que la meta es “conseguir que no pase” y, aunque haya que ajustarse a la coyuntura del momento, ha abogado por ir “al menor sacrificio posible de la normalidad”.
Ha añadido que la situación va a requerir un examen “municipio a municipio” porque “estamos en un elemento móvil, no en una foto fija” y, a preguntas de los periodistas sobre si en las localidades que tienen medidas espaciales se retrasará la fecha prevista para la vuelta a las aulas, ha remarcado que las decisiones se van a tomar “una a una”.
“Lo importante una vez empiece el curso es que se tenga en cuenta que lo vamos a acabar”, ha subrayado García-Page, aunque ha reconocido que puede que haya momentos en los que haya que realizar teletrabajo, pero se busca que “ésa sea la excepción”, ha concluido.
