Carlos Barroso Rubio es el protagonista de esta nueva entrega de los veteranos de la UD Santa Bárbara. Nació en Toledo un 9 de abril de 1953 y su inicio en el difícil mundo del balompié cristaliza en el juvenil del equipo armero, con dieciséis años de edad.
Aquí comenzó a fraguar su leyenda de delantero cazagoles, pues disponía de una buena definición en el área pequeña y hacía gala de un gran disparo a puerta. Dos temporadas permaneció en la plantilla del juvenil a las órdenes de Joaquín Falcón.
Es en 1972, con dieciocho años, cuando Barroso asciende al primer equipo de la Unión de la mano de Paulino Lorenzo y permanece dos temporadas defendiendo la elástica armera. Con veinte años, el presidente Fernando de Blas le recluta para el Sonseca y firma por dos campañas.
El equipo militaba en Primera Preferente y el ariete toledano es uno de los artífices del ascenso a Tercera división, pues se convierte en el máximo goleador al anotar veinticinco dianas.
Dos temporadas después, en 1976 y con veintidós años, Barroso regresa al Santa Bárbara de la mano de Felipe Tello y tras actuar durante dos ejercicios ligueros decide poner punto final a su carrera como futbolista.
Un entrenador de éxito
El año 1979 no lo olvidará nunca Carlos Barroso. Es la época en la que se inicia como entrenador. Lo hace, fichando por tres temporadas, en el Fuensalida y consigue uno de sus primeros éxitos como técnico al ir ascendiendo de categoría cada campaña y conseguir el objetivo de llegar a Tercera división.
En 1982 se compromete con el Sonseca por cuatro temporadas y aquí también triunfa y asciende a la entidad a Tercera división. Como se ha convertido en un especialista en ascensos, lo recluta el CD Toledo en 1987 para su filial y también lo lleva hasta la Tercera división.
Posteriormente, Barroso preparó al Portillo, Torrijos, otra vez al Fuensalida, y se retira como entrenador en el Santa Bárbara, tras ascenderlo a Tercera división. Se inició en la disciplina unionista y acabó en el mismo club.
Guarda muy buenos recuerdos del club armero, sobre todo de Exsuperio –por su gran labor en aquella como directivo-, además de Chule –el alabado masajista y utillero- y, cómo no, de sus compañeros Antonio Lozano, Estévez, Titi, Serrano, Pepe Gálvez o Santi.
Actualmente, Barroso disfruta de su jubilación y, para mantenerse en forma, practica el deporte del golf -dos veces por semana- en el campo de Layos.