La escritora y periodista Ángela Vallvey ha compartido este martes su Medalla de Oro de Castilla-La Mancha con “todas y cada una de las mujeres de esta tierra”, empezando por María Luisa, asesinada este domingo en Tomelloso “a manos de una violencia ciega que cuando no sabe usar las palabras, usa los golpes y las heridas”.
En un discurso cargado de emoción tras recoger la Medalla de Oro en el acto institucional del Día de la Región, que se ha celebrado en Puertollano (Ciudad Real), Vallvey ha dicho que esta tierra está “llena de mujeres poderosas, aunque muchas todavía no lo saben”, a las que ha definido como “bellas, casi siempre con un sentido del humor inigualable, socarrón, que parece que se hereda como las parcelas de secano”.
Asimismo, ha afirmado que estas mujeres castellanomanchegas son “grandes protagonistas del teatro del amor y el dolor del mundo, de la lucha diaria por la vida bajo estos cielos enormes y tan limpios que son capaces de hacernos preguntas”.
“Aquí las mujeres crecen sanas y valientes, atrevidas como un bosque mediterráneo de madroños, quejigos y jaras”, ha añadido, “quijotescas, viajando entre molinos y huertas”.
Vallvey ha señalado con cariño a su madre, presente en el acto, como ejemplo de las mujeres de este territorio, a la que ha agradecido “leer los libracos interminables que publico, porque eso demuestra que, aunque no lo parece en absoluto, tiene la paciencia y el doloroso mérito de un faquir, y también su fuerza”.
“Muy agradecida”
La escritora ha asegurado sentirse “muy agradecida” de recibir este honor y mucho más por hacerlo en Puertollano, porque “no es difícil sentirse bien aquí, sentirse en casa en sentirse bien”, al tiempo que ha tenido un recuerdo para sus abuelos manchegos, “los mejores del mundo”, para su padre y un reconocimiento a las autoridades de Castilla-La Mancha, a las que “les honra reconocer el talento de su tierra”.
Más breve pero también muy emocionada ha agradecido la modelo y empresaria Eugenia Silva su Medalla de Oro, la que se ha colgado al cuello nada más recibirla “no vaya a ser que os arrepintáis”, ha bromeado.
Silva ha parafraseado a Antonio Machado para decir que su infancia son “recuerdos de un palacio toledano” y ha explicado que cuando recibió la comunicación de que le habían otorgado esta distinción, “primero me tuve que reponer de la emoción y luego pensé cómo es posible que yo tenga este honor y compartirlo con tantos nombres ilustres y destacados”.
A continuación, ha contado, le vinieron a su memoria “los años felices de infancia y juventud vividos en la ciudad simpar de Toledo” y llegó a la conclusión de que “si es por amor a esta tierra y por intentar, desde mi humilde atalaya, enseñar al mundo la riqueza de su patrimonio, su cultura y su gente, con mayúsculas, estoy encantada de recibirla y no pasará un día sin que me haga acreedora de este honor”, ha concluido.
