Algunos de los que ayudaron a construir Ganemos Talavera no tienen reparos en afirmar a los cuatro vientos que esta formación está dominada por la antigua IU. Es más, sostienen que si Sonsoles Arnao es la número uno es gracias al empuje que IU protagonizó a la hora de elegir la candidatura, pues este puesto parecía que iba a ser para Miguel Ángel Sánchez, que, al final, fue el número dos.
No obstante, tras ocupar sus escaños en el consistorio, Arnao y Sánchez han configurado un tándem solido. Han consolidado a la formación y están cristalizando un fabuloso trabajo de oposición. Su pecado es –según los detractores con los que cuenta dentro de la Asamblea de Ganemos- que quieren poner en marcha actuaciones que no están demasiado consensuadas por todos o, lo que es lo mismo, que no esperan a que su plenario les den las vueltas que considera necesarias.
Sonsoles Arnao si está acostumbrada a este funcionamiento que reina en los partidos izquierdista, pero Miguel Ángel Sánchez, del que no se ha aireado su ideología, no. Y por ello han saltado chispas en el seno de Ganemos.
Sánchez ha sido sometido a una revocación y ha salido adelante. Eso sí, el grupo municipal ha quedado fragmentado y, además, se ha señalado uno de los hombres fuertes de la formación como es el exconcejal Lorenzo Castellote, al que el mismo Miguel Ángel Sánchez le acusa de muñidor y creador de la idea de su reprobación.
Pero no es solo Sánchez el que desafía a Castellote, sino algunos militantes de IU, integrados en Ganemos Talavera, que no olvidan que les dejó para enrolarse -bajo la nominación de Nueva Izquierda- como independiente en el PSOE y llegar hasta ser diputado provincial.
No sé, en realidad, cómo actuará Castellote en Ganemos, pero su experiencia puede ser vital para una formación que acaba de nacer, y también considero que Sánchez y él están condenados a entenderse si quieren que esta plataforma siga cogiendo arraigo en la ciudad. Ambos cuenta con varias virtudes para estar en política y con apenas defectos.
Por cierto, que, tras la ruptura del grupo municipal, alguno del grupo ya ha pensado en fundar un formación localista, algo díficil de triunfar en Talavera. Dégano lo intentó por la derecha y fracasó; mientras Tello lo hizo por la izquierda y se mantuvo ocho años, pero gracias a su personalidad y su buena acción de gobierno en las legislaturas precedentes.
Lo que ha sucedido en Ganemos es una muestra más de que en la Ciudad de la Cerámica no se lleva ese asunto de ser asamblearios. Ahí está el hecho.
