Fácil resolución ha tenido el hurto cometido en un gimnasio de Toledo cuando uno de los usuarios aprovechó su estancia para meter la mano en una mochila ajena y apoderarse de un terminal de telefonía móvil de alta gama.
Mediante una aplicación (app) de búsqueda y rastreo remoto del fabricante del teléfono se pudo localizar por gps dónde se encontraba el mismo y saber quién lo estaba utilizando. El amigo de lo ajeno fue rápidamente localizado y en dependencias policiales reconoció los hechos por lo que fue acusado de un delito de hurto.