El Complejo Hospitalario de Toledo ha incrementado en el último año los espacios para la atención urgente y el número de camas de hospitalización, al mismo tiempo que ha reducido las demoras para la clasificación de pacientes en urgencias y para ingresos, así como los tiempos de permanencia en el servicio de Urgencias.
Los indicadores clínico-asistenciales monitorizados diariamente por la Red de Profesionales y Expertos de Urgencias apuntan que el tiempo medio de permanencia de los pacientes en urgencias ha disminuido con respecto a los meses de octubre y noviembre de los tres años anteriores en 93 minutos, pasando de 304 a 211 minutos de media actuales.
Los mismos indicadores señalan que el 95 por ciento de los ingresos urgentes se realizan en menos de doce horas desde que se emite la orden de ingreso, situación que contrasta claramente con lo que venía ocurriendo en años anteriores en los que los ingresos se demoraban en más de 24 horas en un 40 por ciento de los casos.
“Lo que antes era habitual, ahora es excepcional y en muy rara ocasión los pacientes esperan más de 12 horas para ingresar”, tal y como explica el director general de Asistencia Sanitaria del SESCAM, José Antonio Ballesteros, quien añade que el pasado lunes el Complejo Hospitalario de Toledo vivió una situación excepcional en cuanto al número de urgencias atendidas.
Y es que ese día se llegaron a contabilizar 551 pacientes atendidos en el Servicio de Urgencias, 107 pacientes más que la media diaria que se viene registrando este año, y que también está por muy encima de la media registrada en las mismas fechas del año anterior.