Un estudio municipal que debe valorar las peticiones vecinales con respecto a la ubicación de los pasos de peatones en el recién remodelado Paseo del Padre Juan de Mariana está colmando la paciencia de los vecinos de la Puerta de Cuartos de Talavera.
Desde la Asociación de Vecinos Ruiz de Luna refieren a Ahoraclm que “bastante hemos aguantado con el socavón en medio de la calzada durante meses”, que “al asfaltado le falten remates en muchos puntos, como las alcantarillas” y que “la rotonda que nos han puesto no era la que esperábamos”. “No nos ha gustado”.
Pero la gota que está colmando el vaso de la paciencia de los vecinos es la señalización horizontal de los pasos de cebra, ya que hasta ahora sólo se han pintado dos: el de la entrada desde la glorieta de Los Leones y el que está a la altura de donde finaliza el circuito de BMX. La presidenta de la AVV Ruiz de Luna, Laly Torres, no entiende cómo “han dejado así la calle con la cantidad de personas mayores que viven por aquí y que no tienen por dónde cruzar”.
El caso es que Torres apunta que faltan seis pasos de peatones por pintar: uno en la calle de las Nieves, otro en la calle San Esteban, el del Paseo del Cementerio, y tres más en el propio Paseo Padre Juan de Mariana, léase, el de enfrente a la churrería, el del bar del canario y el de la entrada desde la glorieta de la Puerta de Cuartos.
Y es que precisamente éstos últimos son los que han propiciado que el Ayuntamiento tenga que realizar un estudio de viabilidad que ya se demora nueve días. “Tan difícil será o es que están todos de vacaciones”, lamenta Torres, quien se negó en nombre de la asociación a la que representa al emplazamiento que pretendían los operarios del de la entrada pues “ya han ocurrido dos graves accidentes y no lo queremos exactamente ahí”.
La rotonda: “más seguridad, pero fea y ridícula”
Otro foco de queja vecinal en la actuación municipal en el Paseo ha sido la rotonda. Si bien valoran positivamente que se ha aumentado la seguridad entienden que es más para los giros de los vehículos que para otra cosa, puesto que al ser tan pequeña es fácil de esquivar y no obliga a reducir mucho la velocidad.
Además, “pensábamos que iba a ser otra cosa. Que hubieran puesto algo verde, algún detalle de cerámica, pero no. Es una cosa fea y ridícula con cuatro señales y sin ninguna gracia. No, no nos ha gustado”, concluye Torres.