La Fundación Tagus, entidad que trabaja por la conservación y divulgación del patrimonio natural, cultural y social de Talavera de la Reina y su comarca, ha solicitado al gobierno regional -a través de su delegado en Talavera, David Gómez Arroyo- que se contemple la posibilidad de crear una normativa sobre el ‘Paisaje Cultural’, una figura legislada en la Unión Europea, pero no en España y, por ende, en Castilla-La Mancha.
Tagus entiende que esa figura, de fraguar, podría aplicarse a dos zonas de tamaña importancia para Talavera: la ribera del Tajo y La Portiña.
Según define la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), el ‘Paisaje Cultural’ cotempla las “obras conjuntas del hombre y la naturaleza que ilustran la evolución de la sociedad y de los asentamientos humanos a lo largo de la historia, bajo los condicionantes del medio natural y de las fuerzas sociales, económicas y culturales sucesivas, tanto internas como externas”.
A tenor de esta definición, en la ribera del Tajo, aparte del propio río y su hidrografía ya definida, tendrían cabida todas las modificaciones introducidas por el ser humano a lo largo de la historia, léanse, los molinos harineros, el horno tejar, la central hidroeléctrica, los puentes, la casa de los peones, incluso los fortines de la guerra civil. Por su parte, en La Portiña, además del propio embalse, se podrían contemplar las explotaciones ganaderas y sus distintas edificaciones diseminadas, el Berrocal, la Atalaya o los terrenos junto al cerro de Medellín, donde se libró la Batalla de Talavera de 1809 contra los franceses, lugares todos ellos donde de una u otra forma ha interactuado el ser humano con la naturaleza y viceversa y que forman parte de la idiosincrasia histórica y etnográfica de Talavera y su comarca.
En la Fundación sin ánimo de lucro entienden que esa normativa debería estar definida ya en la Ley de Patrimonio Cultural en aras de arbitrar mecanismos apropiados para la salvaguarda y transformaciones coherentes de esos paisajes, con todas las cautelas que su fragilidad y valores requieran, y que de alguna forma contribuiría a ponderar la importancia de Talavera ahora que ésta ha presentado su expediente para que su casco antiguo sea declarado Conjunto Histórico-Artístico.