El presidente regional, Emiliano García-Page, ha abordado durante su intervención en la Conferencia de Presidentes, que hoy se celebra en el Senado, la necesidad de acordar una reforma de la Constitución que no pase por “ponerla patas arriba”, sino por un cambio que no requiere “partir de cero”.
El presidente del Ejecutivo autonómico ha incidido en que la situación actual “no es igual a la de 1978” y por eso no requiere una nueva Carta Magna: “Tenemos una Constitución sobre la que partir para reformar, no a la que poner patas arriba”.
Page ha continuado su intervención ante sus homólogos repasando el papel de las comunidades autónomas en la estructura del Estado durante los últimos 35 años, haciendo un balance positivo e insistiendo en que las regiones han servido para “coser” España y “democratizar la nación” acercando la prestación de servicios públicos.
En este marco, se ha preguntado qué hubiera ocurrido si después del 78 en España “sólo hubiera habido dos o tres comunidades autónomas y el resto de las regiones hubieran estado esperando la puerta del Ministerio en el Paseo de la Castellana para conseguir un hospital o un centro de salud”. “La democracia y la cohesión social en España no hubieran sido iguales a las que hemos vivido los últimos 30 años”, ha valorado.
La financiación autonómica
Además, ha señalado que la relación que hay que construir a partir de ahora entre Gobierno central y comunidades se tiene que centrar en los principios de lealtad y reciprocidad: “El Estado no puede aprobar leyes que obligan a las comunidades autónomas a incurrir en gasto y no poner la parte que al Estado le corresponde, como en dependencia y gasto farmacéutico”, ha subrayado.
Ha finalizado este apartado pidiendo un proceso de definición “concreta y exacta” de las competencias de cada uno y un proceso “armonizador”, en el sentido de que “hay cuestiones que hay que poner en común todos”.
Sobre financiación autonómica, ha recalcado que ha de servir para conseguir la “reconstrucción social y económica” y “no se trata sólo de dinero, pero tampoco se trata sólo de alma”, haciendo referencia a “alguno” que escudándose en ello están “detrás de batallas identitarias”.