Primera carrera, primera caída pero primer aviso.
Arrancó el mundial de MotoGP en el circuito catarí Losail y no terminó como a todos los seguidores de Álvaro Bautista les hubiera gustado. Una caída en la octava vuelta cuando iba sexto –algo alejado de Rossi y sintiendo el aliento de Pedrosa- dio al traste con las aspiraciones del talaverano de comenzar el campeonato en la zona alta de la clasificación.
A esa hora del infortunio, cerca de las 10 de noche en Doha, la temperatura iba cayendo hasta enfriar el asfalto; la humedad subía, más tras el aguacero que cayó instantes antes de que se apagara el semáforo que obligó a retrasar la salida; y el verse entre los grandes y no querer perderles de vista, ya lo avisó en pretemporada que moto hay, pueden ser tres de los factores que influyeran en la caída, hasta esperar la confirmación del Aspar Team ya que a la hora de elaborar esta información no había llegado el comunicado a esta redacción.
Pero esas siete vueltas completas en la zona delantera de la carrera y, sobre todo, la salida fulgurante que le hizo remontar cinco posiciones en la primera vuelta –salió 13º y se colocó 8º- y la sexta plaza que alcanzó por las eliminaciones de Zarco y Crutschlow dejaron muy buen sabor de boca y grandes dosis de esperanza de lo que puede hacer el piloto de Talavera este año.
El joven Maverick Viñales se llevó el triunfo el día que debutaba con Yamaha. Divizioso y Rossi completaron el podio.