Aprovechando que la segunda gala de los Reconocimientos a la Iniciativa Social de Castilla-La Mancha se celebraba en el Teatro Palenque, unos ochenta talaveranos se han manifestado a las puertas del mismo para reclamar, ante la llegada de las autoridades, que se cumplan las reivindicaciones que decenas de miles de talaveranos demandaron en la pasada manifestación del 11-N ‘Talavera por su futuro’.
Los principales tres mandatarios en el Ayuntamiento de Talavera, la Diputación de Toledo y en la Junta de Comunidades, Jaime Ramos, Álvaro Gutiérrez y Emiliano García-Page, respectivamente, no fueron ajenos a ese ‘escrache’ en el que se gritó ‘Talavera se muere’ y ‘Talavera existe’, proclamas apoyadas en dos pancartas, la ya que dio nombre a la multitudinaria manifestación del 11-N y otra más jocosa y navideña en la que se ven a esos tres dirigentes mencionados más al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, disfrazados de Papa Noël en un trineo cargado de regalos y con una galleta que dice: ¿Paramos o pasamos?
El único que se detuvo al llegar a pie fue Jaime Ramos, que ya ha hablado estos días con el presupuesto presentado por su equipo para el 2018 y las nuevas cartas enviadas a las administraciones para que tengan en consideración la situación de la Ciudad de la Cerámica. Molestó sobremanera a los presentes que García-Page llegara en dirección contraria a las puertas del teatro para bajarse del coche por el lado de la acera y sin mirar. Luego dentro anunció la inminente apertura del Cadig del barrio de Las Moreras.
Mientras Gutiérrez ha hablado hoy con los presupuestos de la institución provincial que contemplan la asunción del funcionamiento y apertura de la oficina de turismo de Talavera con fondos de la Diputación para el 2018 y con una partida de 250.000 euros para un convenio de colaboración en materia de patrimonio con la ciudad.
Aurelio de León
Resultó curioso que el presidente de la Mesa por la Recuperación de Talavera y cabeza visible del 11-N, el sacerdote Aurelio de León, fuera uno de los premiados en el interior del teatro.
Don Aurelio, hombre de firmes convicciones, aprovechó su intervención para transmitir ese sentir de la sociedad talaverana ante el abandono y falta de inversiones que padece una “ciudad cerrada” con el “mayor paro, menor renta per cápita y número de pobres de toda la región”, por lo que pidió a los responsables de las distintas administraciones “que nos ayuden a conseguirlo”. Ningún representante del Gobierno Central pudo escuchar la demanda para trasladarla a sus superiores.
Cuanta puerca miseria hay en Talavera, unos con sus pancartitas jugando a ser heroes por un día y a su minuto de gloria y otros como el cura rojo Aurelio al que ya la ancianidad le hace desvariar, convirtiendo el solemne acto en un vulgar y topico mitin politico, sin mostrar ningun respeto por el resto de los premiados. Con semejantes individuos Talavera tiene lo que se merece.