En lo que va de competición liguera en Segunda división B, el CF Talavera ha demostrado que es un equipo peculiar: es una escuadra que no utiliza su centro del campo para armar el juego del conjunto. Así, los medios se dedican a seguir las evoluciones del esférico con la vista y únicamente entran en funcionamiento para abortar las jugadas del rival, pues la tarea de construcción se limita a pasar el cuero desde la defensa a los hombres de banda; tarea, por otra parte, que se realiza mejor por la derecha –con la actuación de Sergio Rodríguez y Rubén Rivera o Pedro Díaz- que por la izquierda, ya que en esta banda habita como hombre más adelantado un ariete reconvertido a interior como es David Hervás Valdivia.
No se entiende que el técnico Fran Alcoy obvie el mediocampo cuando para esta parcela dispone de mimbres como el valenciano José Sánchez que, a sus treinta años, tiene una gran experiencia y un rigor táctico fuera de lo común. Su juego se asemeja mucho al que desplegó Raúl Casañ e, incluso, al del mejor Arellano. Además de Sánchez, está el canario Vicente Romero, que siempre está muy bien posicionado, y también puede llevar la manija el argentino Lucas Gilardoni, aunque para el técnico levantino este último cuenta más como media punta.
Fran Alcoy apuesta la mayoría de las veces por un sistema 4-2-3-1. Eso sí, los tres medias puntas son auténticos delanteros, pues deambulan por la zona derecha Rubén Rivera o Pedro, mientras que en la izquierda y en el centro se alinean dos delanteros centros como Valdivia y David Agudo. Este último, no obstante, en el filial del Real Betis ya desempeñó esta función, y sale airoso por su gran calidad y excelente llegada.
Muchos aficionados piensan que la línea que existe detrás del ariete Cristian Perales debería estar integrada, además de Agudo, por Rubén y Pedro, pues Valdivia debería disputar el puesto más adelantado a Perales, sitio en el que ha triunfado hasta ahora y le hizo acreedor a firmar por el CF Talavera. Quizá es que a Alcoy no le gusta el centro y disfruta con que la pelota discurra por las bandas.
