La cámara de Betis vuelve a captar a otro personaje popular de la Ciudad de la Cerámica. Un rostro muy conocido dentro de la hostelería local, el deporte, la feria y hasta la política. Se trata de Ángel López o Ángel el del Pastor.
Talaverano de pro, aunque oriundo de Los Navalucillos, Angelito está entre nosotros desde que su padre, Marceliano López, decidiera dejar esa bonita población del balcón de Cabañeros para buscar fortuna en una ciudad que comenzaba a despertar.
Marceliano fue el que abrió el bar El Pastor en la populosa barriada de Nuestra Señora del Prado y hasta allí llevó a numerosos talaveranos que desde otros puntos se desplazaban para disfrutar del buen carácter del dueño y del de sus hijos Antonio y Ángel, además de para degustar las exquisiteces de una cocina en la que reinaban los peces fritos, los callos –que siguen conquistando al público cada feria- y el venao en salsa.
Ángel López siempre ha dicho que se convirtió en hostelero porque no era buen estudiante. Eso sí, se doctoró como barman tras realizar sus labores en los desaparecidos Tresku, Cafetería de Autobuses o Bar Brillante y triunfó en el Bar El Pastor y en su kiosco de feria.
Ejerció como jugador de fútbol, árbitro y entrenador, además de presidente del Talavera FS. Se metió en política de la mano de amigo Pablo Tello y estuvo en la candidatura de Actal y era frecuente verle sacando a hombros a los toreros que conquistaban La Caprichosa cada feria.
Ahora, Ángel está jubilado, pero sigue activo en lo que más le gusta: charlar con sus amigos de una Talavera que se muere a chorros.