El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha sido reelegido hoy por unanimidad presidente de la Asamblea de Regiones Europeas Vitícolas (AREV) para los próximos dos años, durante la XXVI Sesión Plenaria de esta organización celebrada en la localidad austriaca de Hainburg an der Donau.
García-Page, quien accedió a la Presidencia el pasado año en sustitución del italiano Sergio Chiamparino, ha considerado este nuevo mandato como una oportunidad “muy positiva” para Castilla-La Mancha porque la “mete de lleno en las decisiones y en la interlocución con la UE”, informa el Gobierno regional.
Page ha destacado la importante labor que desarrolla esta organización en un continente donde el vino “resulta determinante, pues Europa supone la gran región vitivinícola del mundo en producción, consumo y en singularidades”.
Ha destacado la significación que tiene para Castilla-La Mancha, donde, ha dicho: “casi llevamos el vino en el ADN y forma parte de nuestro sector agroalimentario más potente, y con récord de exportaciones en este momento”.
Este organismo
Este organismo, ha recordado, “ha atravesado una crisis derivada de la propia crisis económica mundial” y ha sufrido “varios problemas de gestión económica y una importante falta de motivación y de estrategias”, pero en el primer año de mandato castellano-manchego se ha “conseguido ponerla en orden”, una labor que García-Page ha atribuido especialmente a la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha.
Con vistas al futuro, ha explicado, es importante conseguir que la AREV “sea lo más eficaz y exigente en sus relaciones con Europa” para alcanzar mejores regulaciones y mejores cuotas de libertad comercial, “especialmente ahora que estamos en plena batalla con la libertad comercial con Estados Unidos”.
Para ello ha garantizado que seguirá trabajando para defender los sectores vitivinícolas, a los productores y cooperativas, y ha dicho que lo harán “desde el punto de vista institucional”.