La otrora villa-balneario aristocrática de La Isabela, sumergida en aguas del pantano de Buendía desde 1956, tiene al aire sus vergüenzas tras la acusada sequía de los últimos meses y “los trasvases, casi de barro, que sigue aprobando el Gobierno Rajoy”, desde el mes de julio cinco.
La indignación entre los habitantes de la zona, en el límite de las provincias de Guadalajara y Cuenca, ha sido asumida por el PSOE conquense cuyos cabeza de lista al Congreso y al Senado, Luis Carlos Sahuquillo y Manoli Galiano, respectivamente, se han reunido con alcaldes de esos municipios ribereños conquenses y con la consejera de Fomento, Elena de la Cruz.
Los tres se han comprometido a defender sus intereses y garantizarles el agua, desvelando que el candidato de su partido a la presidencia del gobierno de la nación, Pedro Sánchez, defenderá igualmente esos intereses en materia de agua de todos los castellanomanchegos porque entiende que “esta región siempre ha sido y es solidaria, pero que no puede seguir viendo pasar el agua sin poder acceder a ella ni siquiera para beber”.
Mientras Sauquillo ha denunciado “el daño que ha hecho Cospedal a esta tierra con el memorándum de la vergüenza para poner paz dentro de su propio partido”, Galiano ha hecho hincapié en la reprobable aprobación de esos últimos cinco trasvases “por la puerta de atrás, saltándose a la torera el límite legal establecido por su propio Gobierno de 400 hectómetros cúbicos”.
En lo que llevamos de año los trasvases realizados al Segura suman un total de 255 hectómetros cúbicos, cuando el volumen actual del embalse de Entrepeñas y Buendía alcanza unos escasos 324 hectómetros cúbicos”. En opinión de Galiano, “es intolerable que nos sigan ahogando así mientras dan vía libre a los regantes murcianos”.
