El reencuentro del tráfico rodado con la plaza del Reloj y la calle Corredera del Cristo no sólo está provocando reacciones dispares entre quienes abogan que la zona sea peatonal y los que están a favor de la circulación. Tras los primeros días de adaptación al trasiego de peatones y vehículos a motor, desde este jueves los conductores, especialmente los del servicio de autobuses urbanos y transportistas, se han topado con un obstáculo en ocasiones difícil de salvar: los mojones de piedra.
Según las quejas trasmitidas a Ahoraclm y como también ha podido comprobar este diario sobre el terreno, “a pesar de todo el espacio disponible” en algunos puntos de Corredera los mojones de piedra que delimitan la calzada dificultan el giro a autobuses, camiones y furgones, que deben extremar las precauciones. Al menos en las intersecciones de las calles Palenque, Valencia y Perdón donde, según los testimonios recogidos, varios conductores han debido poner pie a tierra y/o realizar distintas maniobras para cerciorarse de la anchura de la calzada y evitar colisionar con el mojón de turno.
Algunos comerciantes han transmitido a este portal digital su intención de hacer llegar la problemática a las autoridades municipales a fin de que tomen cartas en el asunto y desplacen los postes más problemáticos en pro de la seguridad vial.