Dos jóvenes cacos de 20 y 19 años, de J.V.E.y C.A.A., tendrán una anécdota que contar pues no suele ser normal que una vez perpetrado un robo sin que te hayan cogido lo hagan en la misma puerta de un centro gestor de residuos sólidos cuando ibas a vender el botín.
Allí estaban con su vehículo cargado justo en el momento que la Guardia Civil se dispuso a realizar una inspección rutinaria, dentro de los seguimientos que se hacen a estos locales en busca de compra-venta ilegal de cable de cobre.
Levantaron las sospechas de los agentes y al abrir el maletero aparecieron cinco baterías de automoción que, tras sustraerlas de dos casetas de una finca en la pedanía hellinera de Isso, iban a vender, sin embargo no les reportó rédito y acabaron en comisaría.