En la tarde de este sábado, Talavera ha vivido el momento más significativo y concurrido de sus ancestrales festividades de Mondas, declaradas de Interés Turístico Nacional en 2010, con la celebración del gran cortejo que recorrió las calles talaveranas para rememorar el tributo que la ciudad y los pueblos de su comarca ofrecen a la Virgen del Prado, patrona y alcaldesa perpetua de Talavera.
Más de 3.000 personas, 75 grupos folclóricos y 9 carrozas participaron en un desfile en el que volvió a ponerse de manifiesto el hondo arraigo popular y comarcal de estas fiestas, así como su cada vez mayor poder de convocatoria, con las calles abarrotadas, la presencia de más de cien alcaldes de municipios comarcanos y de otras provincias, representantes de las ciudades hermanas y las máximas autoridades de la región.
En este sentido, hay que destacar que los alcaldes de Talavera -Jaime Ramos- y Gamonal -José Luis Muelas- estuvieron acompañados en la presidencia del cortejo por el presidente autonómico, Emiliano García-Page; el presidente de la Diputación, Álvaro Gutiérrez; el delegado del Gobierno en la región, José Julián Gregorio; la consejera de Fomento, Elena de la Cruz; los delegados de la Junta en la provincia y en Talavera, Javier Nicolás y David Gómez respectivamente; así como los ediles talaveranos.
Cuatro horas de cortejo
El cortejo se inició a las 17:00 horas de la tarde sabatina con el tradicional chupinazo que precedió a la llamada que, a lomos de un corcel, el mayordomo municipal efectuó a la puerta noble del Consistorio. Jaime Ramos abrió el portón, colocó en la puya de la lanza que portaba el jinete la bandera de España y la Banda Municipal interpretó el himno nacional, marcando el inicio del desfile ante las autoridades de los alguaciles y maceros que abrían el camino a las nueve carrozas que precedían al carrito de Gamonal y que estuvieron acompañadas, con sus trajes, dulces, danzas e instrumentos más tradicionales, por una colorista y variopinta manifestación de cultura popular protagonizada por asociaciones vecinales y grupos folclóricos representativos de nuestros pueblos, de nuestra provincia, de nuestra región y de distintas zonas de España.
Todo ello, como animado y engalanado complemento de las cuatro carrozas con los tradicionales motivos que resumen la evolución histórica de las Mondas -las dedicadas a la diosa romana Ceres, el origen de estos festejos, la conversión al cristianismo de la fiesta en la época visigoda, la peste de 1507 y los caballeros de la Virgen del Prado-, a los que en esta edición se unieron, junto a las del Leño Florido y la Puerta de Sevilla, otras tres de nueva creación como tributo a la cerámica talaverana y dedicadas a la fuente de las ranas de los Jardines del Prado, al panel cerámico del pórtico de la Basílica del Prado y al mural de los pescadores del Museo Etnográfico.
Talaveranos, comarcanos y visitantes de otros puntos de España, arroparon al Cortejo de Mondas con su multitudinaria presencia a lo largo de un recorrido que se inició en la Plaza del Pan y que discurrió por las principales calles del centro urbano hasta la Basílica de Nuestra Señora del Prado. A las puertas de la Basílica finalizó, en torno a las nueve de la noche, el gran Cortejo de Mondas que cerraba la siempre espectacular soldadesca de Gamonal, una imagen de la Virgen del Prado ornamentada con flores, el también floreado escudo de Talavera y, como no podía ser de otro modo, el tradicional y abanderado carrito de Mondas, tirado por los carneros gamoninos Chiquitín y Pajarito.