Las reacciones en las filas del PP a la guerra abierta entre al Gobierno central y el Ejecutivo regional por la reducción del horario laboral de los empleados públicos de Castilla-La Mancha, las resume el delegado del Gobierno en la región, José Julián Gregorio, al manifestar que “el presidente regional, Emiliano García-Page, se saltó una ley estatal de 2012 y no hizo ninguna alegación que propiciara un acuerdo”.
El portavoz adjunto de los populares en las Cortes regionales, Carlos Velázquez, también incide en el argumento al acusar a Page de “hacerlo rematadamente mal a la hora de reducir la jornada laboral de los empleados públicos de la Junta” y advertir de que “es obvio que habrá que cumplir la norma estatal”.
No obstante, Velázquez asegura “apoyar a los empleados públicos de la región” y propone alternativas como “las llevadas a cabo en los ayuntamientos de Guadalajara y Albacete, gobernados por el PP, en los que se ha reducido el horario laboral de sus trabajadores con otras fórmulas que no caen en la ilegalidad cometida por Page al saltarse de manera flagrante la ley”. Entre ellas, el portavoz adjunto cita “cursos de formación para compensar el horario” y “el establecimiento de unos minutos de cortesía en la entrada y salida del trabajo”.