Si se aplicara la máxima ‘no es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia’, entornos urbanos diseñados para la convivencia y el esparcimiento ciudadano como la talaverana plaza de Aravaca no ofrecería frecuentemente la imagen descuidada y de suciedad que muestran las fotografías que acompañan esta información, tomadas en la mañana de hoy sábado.
Ese es el lamento trasmitido a Ahoraclm por varios vecinos del entorno, una queja que también ha llegado a las redes sociales a través de la página de Facebook Talavera Reclama y que en esta oportunidad no va dirigida expresamente contra el ayuntamiento ni su servicio de limpieza viaria.
La denuncia tiene como principales destinatarios a los grupos de personas de distintas edades que a lo largo del día y de la noche utilizan la céntrica plaza y su parque infantil como punto de reunión y, en lugar de recoger sus desperdicios y/o hacer uso de papeleras y contenedores, dejan a su marcha el sucio rastro de alimentos, bebidas o folletos publicitarios. Unos residuos con los que luego tienen que convivir el resto de usuarios y que el viento se encarga de extender por todo el entorno hasta que hacen acto de presencia los operarios del servicio de limpieza.
En cualquier caso, además de apelar al civismo y la educación ciudadana, algunos testimonios también expresan el temor de que la actual situación vaya a más, por lo que abogan por un mayor control o presencia policial en la zona como medida disuasoria ante estas incívicas actitudes.
tendremos que pensar sobre el origen de estos comportamientos. No bassta señalarlos y pensar como única solución la vigilancia y la multa. El otra día en una reunión del consejo vecinal local, cuando se hablaba de la suciedad -sobre todo resultado de los excrementos de nuestras mascotas- parecía que las multas y el gastar más en vigilancia eran las únicas soluciones. Yo aún confío en que no sea así, en que tampoco quede como único camino el de una ‘concienciación’ a base de repetición machacona de lo que se debe y no se debe hacer. Creo que hay que proponer -y habría que organizar, como ya recogimos en el programa de GANEMOS- actividades motivadoras divertidas y constructivas que impliquen a quienes ensucian y destruyen. Creo también en que una ciudad estéticamente más cuidada, con soluciones más participadas, sería también más respetada. Creo que si tuviéramos, por abajo, un río decente, y, por arriba, una buena comunicación en tren, nuestra gente estaría bastante más contenta con su suerte, y se haría menos vandalismo