En el escaparate, con un cartel donde se indicaba que procedía de Rumanía y que su precio de venta al público era de 1.200 euros es como la Guardia Civil encontró un oso pardo disecado en una tienda de compraventa de objetos de segunda mano de Albacete.
El dueño presentó una documentación sobre el animal plagada de irregularidades, tanto de su procedencia legal, como de su permiso para la venta, por lo que fue denunciado ante la Delegación de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria de Albacete por haber cometido una infracción contra la legislación de represión del contrabando y el oso confiscado.
El oso pardo (Ursus arctos) está catalogado como especie en peligro de extinción e incluido en el anexo A del Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES), y fue puesto a disposición de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria de Albacete.