Atípico suceso el ocurrido el pasado domingo en la localidad toledana de Yeles donde la la Guardia Civil detuvo a L.M.R. y J.P.R.P. de 59 y 72 años respectivamente, por un delito de cultivo y elaboración de estupefacientes.
El laboratorio de marihuana, que tenían perfectamente acondicionado en la planta baja de la vivienda que compartían, hubiera seguido generando pingües beneficios si no fuera porque ambos se enzarzaron en una pelea que alertó a los vecinos de la zona que dieron aviso a la Benemérita.
A la llegada de los agentes, el hombre de 52 años había conseguido inmovilizar con un cinturón a su compañero, que previamente, con un cuchillo de cocina de respetables dimensiones, le habría infligido una importante herida en uno de sus brazos que requirió posterior hospitalización.
Cuando los sanitarios atendían al herido es cuando uno de ellos confesó que el inicio de la disputa fue por la plantación de marihuana que tenían permitiendo a los agentes registrar el domicilio.
El laboratorio interior constaba de tres estancias con las plantas de marihuana distribuidas dependiendo de su estado de crecimiento. En total fueron incautadas 563 plantas de diferentes tamaños, 11 ventiladores, 37 pantallas de calor, 8 lámparas de recambio, 4 garrafas de fertilizantes y 2 termostatos eléctricos para medir la temperatura y la humedad.
A J.P.R.P. se le ha acusado también de un delito de lesiones.