El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha realizado hoy un llamamiento a la responsabilidad de las fuerzas políticas de la región para sacar adelante los Presupuestos Autonómicos de 2017, cuya no aprobación pone en peligro “los intereses, la salud o los servicios esenciales de la gente”.
El presidente se ha referido en este punto al Plan de Renovación de Alta Tecnología Sanitaria 2016-2021 que impulsa el Gobierno regional, así como a los programas de detección de cáncer de colon y cérvix, cuya continuidad dependen de la aprobación de las cuentas regionales de este año. “Lo que está en juego es la vida de la gente, la calidad de vida de la gente”, ha explicado García-Page quien ha subrayado que “en política no vale todo y no se puede jugar con lo más sagrado”.
El presidente García-Page ha hecho hincapié en que el Gobierno regional considera la sanidad pública como “un derecho” a la par que un elemento “primordial en todos los sentidos” y, por lo tanto, “estamos permanentemente obligados a prestar el mejor servicio posible frente al cuidado de la salud”.
Por ello, ha reclamado el incremento en un punto del PIB de la partida presupuestaria que el Estado destina a una sanidad “que está muy maltrecha” tras unos años de crisis que, ha lamentado, algunos responsables políticos han atribuido precisamente a servicios esenciales como la sanidad. “No sólo es obsceno y mentira sino perverso”, ya que “nunca España ha llegado a pasar del 7,2 por ciento del PIB”, ha recalcado el presidente regional.
Al hilo de estas declaraciones, García-Page también ha lamentado ciertas medidas que se aplicaron en Castilla-La Mancha durante la anterior legislatura bajo el pretexto de mejorar el sistema sanitario regional. En este sentido García-Page ha recordado cómo, durante la anterior legislatura, se llegaron a gravar los carburantes con “dos céntimos sanitarios” cuando, sin embargo, se llegaron a producir recortes del 40 por ciento en el sistema de salud público de Castilla-La Mancha.