Los mosquitos se han convertido en los tristes protagonistas de unas Ferias de San Isidro de Talavera que en todo lo demás, salvo el barro del primer día en el Escenario Joven, están resultados brillantes, multitudinarias y sin incidentes.
Pero ese lunar está causando estragos y generando un sinfín de críticas por parte de los ciudadanos. Las nubes de estos molestos insectos puedan apreciarse durante el día, incluso hasta bien alejados del recinto ferial estas masas molestan al viandante.
La situación torna de molesta a insoportable en las estribaciones de la ribera. Ayer, por ejemplo, entre el Puente Romano y el paso subterráneo del Puente del Príncipe el tránsito peatonal era prácticamente imposible porque si abrías la boca te los tragabas y si respirabas te entraban por la nariz. De las orejas ni hablamos.
Las concejalías de Medio Ambiente y Sanidad no han sabido afrontar el problema en tiempo y forma y las fumigaciones apresuradas de última hora no han sido efectivas. La última, la matinal del 10 de mayo, coincidió con la antesala de los chaparrones que se produjeron a partir de esa tarde del miércoles y hasta la noche del viernes, lo que supuso mermar sobre manera la efectividad de los productos esparcidos.
La situación del pírrico caudal del río Tajo que apenas mueve el agua, las plantas invasoras que sirven de caldo de cultivo para la proliferación de los mosquitos y unas fumigaciones que a resultas se han constatado que son insuficientes han generado esta problemática y un lunar importante para estas Ferias de San Isidro en Talavera.