Han pasado 20 años desde aquel 13 de julio de 1997 día en el que la banda terrorista ETA acribilló al concejal del Partido Popular de la localidad vizcaína de Ermua, tras tres días de cautiverio y chantaje.
Sólo habían pasado once días desde la liberación de José Antonio Ortega Lara y la dirección de ETA quiso escarmentar al Gobierno de España por entonces presidido por José María Aznar. O se producía un acercamiento real de los presos de ETA a Euskadi o el joven concejal sería ejecutado. Cumplieron con sus amenazas, pero a partir de ahí el ‘espíritu de Ermua’ sensibilizó a una parte de la sociedad vasca que no volvió a ver de igual forma a los ‘salvadores de la patria’.
Hoy, veinte años después del día que los españoles nos estremecimos ante tan vil asesinato buena parte de la Corporación Municipal de Talavera ha querido salir a la calle y recordar ese negro episodio de la historia reciente de nuestro país.
Un minuto de silencio siguiendo las directrices marcadas por la Federación Española de Municipios y Provincias y a cuya conclusión el alcalde de Talavera ha querido recordar esa concentración de repulsa que hubo hace ahora veinte años en Talavera, concretamente en el Paseo de los Arqueros, “una de las más multitudinarias de la región”.
