Al talaverano David Arroyo nada se le puede reprochar. Tras ceder los galones a los jóvenes y prometedores Jaime Rosón y Sergio Pardilla, el de la Puerta de Cuartos se ha imbuido de ese gen característico del Team Caja Rural Seguros RGA en el que estar representado en la fuga es condición indispensable en todas las etapas de la Vuelta Ciclista a España.
No importó que después de la paliza de Calar Alto le tocará de nuevo el corte bueno que se hizo tras otra salida a tumba abierta, con 47 kilómetros recorridos en la primera hora de carrera. Arroyo se metió en la fuga buena, superó con solvencia el puerto de El León de primera categoría, pero en El Torcal, de segunda por su cortedad, pero con rampas más duras, el talaverano no pudo con los envites y embates de sus compañeros de fuga más fuertes.
En línea de meta Arroyo manifestaba que “hoy no esperaba estar en la fuga, pensaba que iba a meterse otro compañero, pero ha sido una salida tan loca que todos teníamos que estar atentos y al final me ha tocado a mí. En el último puerto he notado mucho la fatiga. Ayer gasté, hoy la salida ha sido muy peleada y al final iba bastante cansado. Me hubiera gustado estar más arriba en la etapa pero no ha podido ser. Si hubiéramos tenido la recompensa de ganar por equipos habría sido un gran balance”.
Aún así, Arroyo logró ser décimo de esta dura, bonita y emocionante etapa por la valentía de Alberto Contador, la cobardía de los outsiders de turno y las dos caídas del capo de la Vuelta, Chris Froome.
Caja Rural además fue el segundo equipo de la etapa y se mantiene en una sensacional sexta plaza en la general de escuadras, con el ciudarealeño Sergio Pardilla y el zamorano Jaime Rosón, 18º y 24º de la general. Al equipo pamplonés sólo le falta conseguir una etapa y lucharán hasta la extenuación para conseguirla. Méritos están haciendo todos los días.
