Talavera de la Reina no tendrá nodo logístico, puerto seco, o como se quiera llamar. Toledo sí. La decisión se tomó en la segunda mitad de la pasada década. Como la de que no habría AVE, altas prestaciones, o como se quiera llamar. La decisión se tomó por parte de quien tenía —y tiene— las competencias en fomento y ordenación del territorio dentro de Castilla-La Mancha, o sea, la Junta de Comunidades, en aquel entonces comandada por el PSOE de Barreda al que Bono le cedió los trastos ya aburrido del cortijo manchego y anejos. Después llegó el PP frankesteiniano de Cospedal, y dio por bueno lo anterior. Y en esas seguimos.
El Gobierno de Castilla-La Mancha —el de entonces, el de antes, y el de ahora— apostaron por tres plataformas logísticas en la región: Alcázar de San Juan, Albacete y Toledo. Y se acabó. Y así se lo hicieron llegar al ministerio de Fomento que, acto seguido, lo incluyó en su Estrategia Logística de España. Sí, ya sé, hay protocolos y demás historias firmadas, después y a contramano, para que Talavera de la Reina pareciese que también pintaba algo y eso. Pero no. Página 128 del citado documento que se puede consultar aquí en la web del ministerio de Fomento: «El Plan Estratégico de Plataformas Logísticas desarrollado por la Junta de Castilla-La Mancha contempla tres plataformas logísticas Intermodales situadas en Toledo, Albacete y Alcázar de San Juan. Al mismo tiempo, el Gobierno de Castilla-La Mancha colabora con las iniciativas privadas que están desarrollando sus proyectos en la región como la Plataforma Logística Intermodal del Sureste que se está construyendo en Hellín (Albacete), y ha suscrito un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Talavera de la Reina (Toledo) para la creación de una infraestructura logística intermodal de 260 hectáreas en dicha ciudad».
Por tanto es normal que ahora se comience a promover la plataforma intermodal/nodo/puerto seco en Toledo. Faltaría más. Es lo mismo que en su día hicieron las Comunidades Autónomas priorizando sus ejes de transportes, entre ellos el ferroviario, y Castilla-La Mancha apostó en el caso del Corredor Atlántico por el trazado a través del Guadiana/La Mancha, conectando Badajoz con Manzanares-Puertollano-Alcázar de San Juan, y postergando sine die el AVE/altas prestaciones/lo que sea con paso por Talavera. No lo digo yo; lo dice ADIF en sus documentos, lo dice Fomento, y sobre todo lo dice —el más importante, que es quien pone la pasta— la Unión Europea en sus avances y propuestas hasta el año 2030.
A Talavera de la Reina nos han dejado en un culo de saco. Y no nos van a sacar de ahí. Ahí nos dejó la Junta en los años de la fiebre del oro ladrillero, cuando antepuso el desarrollo manchego (léase Reino de Don Quijote; tubería desde el Tajo-Segura a la Mancha/Reino de Don Quijote; Aeropuerto de Ciudad Real…), en detrimento del periférico. Continuamos en esa foto fija que plasmó el PSOE de allí —léase Toledo—, y el de aquí acató a pies juntillas; y que el PP ni se molestó en ni siquiera rectificar un milímetro.
Ni nodo ni nada. Lo dije en el pleno del pasado jueves: pueden intentar seguir engañando al personal. Pero ya está bien. Hay responsables del desguace de Talavera, y de su exclusión premeditada, definida, analizada y consentida, tanto del desarrollo regional como del nacional. Hay nombres propios y hay partidos políticos. Y lo peor es que esas decisiones nos van a lastrar al menos un par de lustros. Porque o se coge el toro por los cuernos y se da, de verdad, un golpe sobre la mesa; o tendremos hasta asquear ese teatrillo pastueño que vemos cada día. Amagar y nunca dar, pedir con la boca pequeña, callarse cuando algo afecta a los jefes de Madrid o Toledo. Talavera sigue cayendo en su pozo. Nuevo curso, viejos modos. Ni nodo ni nada.