La deuda pendiente de solventar que mantiene el Ayuntamiento de Talavera con la empresa que dejará de prestar el Servicio de Autobuses Urbanos de Talavera, Eborabús, se debe a la congelación del precio del billete.
Así lo ha desvelado la portavoz del Ejecutivo talaverano, María Rodríguez, quien ha señalado que en el Pleno de mañana jueves se convalidarán las facturas al respecto.
La deuda, que según la viceportavoz del Grupo Municipal Socialista, Flora Bellón, asciende a 300.000 euros correspondientes a los años 2015 y 2016, vendría dada por la decisión del Gobierno de Talavera de no subir el precio del billete a los viajeros, una decisión que se tomó en 2011 y que se ha mantenido todos estos años de gobierno del Partido Popular.
Eborabús, por contrato, ha podido actualizar el precio del billete anualmente aplicando el IPC (Índice de Precios al Consumo) y “fórmulas polinómicas”, que ajustan los presupuestos y/o los contratos. Esa diferencia que debería haber cobrado Eborabús y que asumió sufragar el Ayuntamiento es lo que ahora reclama la empresa concesionaria antes de poner fin a 24 años de servicio y que mañana quedará resuelto.
Asimismo sabremos si ya se ha procedido a abonar el canon anual de 2017, que Bellón anunció que estaba pendiente, cifrado en 1.827.000 euros, tras acordarse en el mes de abril un incremento en la subvención de 15.000 euros.