Debido a la congelación de las entregas a cuenta procedentes del Estado que le corresponden por el sistema de financiación autonómica, la región dispondrá en 2018 de 200 millones menos, según la Junta, lo que ha tachado de “evidente deslealtad institucional”.
El consejero de Hacienda y Administraciones Públicas de Castilla-La Mancha, Juan Alfonso Ruiz Molina, sostiene que es “un chantaje para las comunidades autónomas vincular las entregas a cuenta que les corresponden por el sistema de financiación autonómica a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado”.
Ruiz Molina ha calculado que, debido a la congelación de las entregas a cuenta, Castilla-La Mancha -que ya ha aprobado su presupuesto para 2018 en base a las estimaciones que el Gobierno central facilitó en julio- contará con más de 200 millones de euros menos de lo previsto.
Y ha acusado que “un posible incumplimiento del déficit por parte de las comunidades autónomas este año sería responsabilidad del Gobierno de España, ya que ahora, con los presupuestos aprobados, comunica que no entregará los importes que había trasladado hace meses”.
“Además de una evidente deslealtad institucional, con esta decisión el Gobierno central está también atacando la autonomía financiera de las comunidades autónomas, que no pueden estar supeditadas a que el Gobierno de Rajoy consiga mayoría o no para aprobar sus propios presupuestos”, concluye Ruiz Molina.