El Grupo de Investigación del Tajo de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) presentará mañana en la Real Fundación de Toledo – a las19.00 horas- un estudio sobre los impactos socioeconómicos del trasvase Tajo-Segura en los municipios ribereños de los embalses de cabecera de Entrepeñas y Buendía.
La presentación correrá a cargo de sus autores, Enrique San Martín (profesor de la UNED), Beatriz Larraz (profesora de la UCLM y coordinadora del Grupo de Investigación del Tajo) y Nuria Hernández-Mora (consultora independiente).
Según indica Beatriz Larraz, la construcción de infraestructuras hidráulicas fue una de las principales políticas económicas llevadas a cabo en la posguerra y acabó convirtiéndose en el eje vertebrador de la política de aguas en España durante toda la segunda mitad del siglo XX.
“Dichas obras, justificadas en virtud del interés general del país, solían implicar un reparto asimétrico de beneficios y costes: los beneficios se concentraban en los usuarios del agua, generalmente empresas hidroeléctricas y regantes, y los costes en los territorios anegados por los embalses o afectados de alguna manera por las nuevas infraestructuras”, señala.
Durante décadas, el trasvase Tajo-Segura (TTS) fue considerado la obra paradigmática del desarrollismo hidráulico, tanto por su complejidad técnica como por el coste económico de su construcción y operación y por la profunda transformación socioeconómica y territorial que facilitó en los territorios receptores de las aguas del trasvase.
“Cientos de estudios, publicaciones y artículos de prensa han resaltado los beneficios socioeconómicos del TTS. Sin embargo, hasta muy recientemente no se ha prestado suficiente atención a la posible insostenibilidad del modelo de desarrollo que el trasvase ha promovido, ni a los costes que esta infraestructura ha generado en las regiones cedentes”, continúa.
En este sentido, “el hidromito de la rentabilidad socioeconómica de las infraestructuras hidráulicas hacía innecesario, e incluso inconveniente, plantearse estas cuestiones”.
El estudio que presentan este miércoles busca subsanar en cierta medida esta carencia, haciendo una valoración de los principales impactos socioeconómicos que la gestión del TTS ha generado en los municipios ribereños de los embalses de Entrepeñas y Buendía, de donde parte esta infraestructura.
“La historia que relata es la de una comarca que, como muchas otras zonas rurales de montaña, ha sufrido los impactos de la política hidráulica: primero, como consecuencia de la pérdida de tierras e infraestructuras anegadas bajo las aguas de los embalses; después, por la pérdida de oportunidades económicas derivadas de la puesta en funcionamiento del TTS”, indica Larraz.
Es una historia “de destrucción de alternativas de desarrollo socioeconómico al priorizar unas regiones (generalmente más prósperas) sobre otras más desfavorecidas y marginales, en defensa de un supuesto interés nacional superior”.