El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha reclamado al Gobierno de España una ampliación de los recursos económicos que actualmente perciben las regiones para afrontar sus competencias en materia educativa, como uno de los pilares fundamentales del futuro sistema de financiación autonómica.
El jefe del Ejecutivo autonómico ha hecho hincapié en que los sistemas educativos de cada región han de venir “mucho mejor financiados”, como premisa para poder alcanzar un acuerdo entre todas las comunidades autónomas y el Estado en un futuro nuevo modelo de financiación.
Además, ha reclamado el papel fundamental de la Educación como la herramienta “más importante” para salir definitivamente de la crisis económica, apelando al mismo tiempo a mantener viva su esencia no sólo como derecho constitucional sino como obligación de las administraciones públicas.
“Espacios de consenso”
Al hilo de estas declaraciones y sobre las negociaciones sobre un pacto nacional sobre educación, el presidente regional ha asegurado que “sería una buena lección para el país que buscáramos espacios de consenso”; un acuerdo a nivel estatal que “deje espacio abierto a opiniones y caminos” y en el que se recupere la senda de la educación en valores.
Al respecto, ha pedido que se deje de usar a la educación y al idioma como “arma arrojadiza”, algo, ha lamentado García-Page, que ocurre con los posicionamientos independentistas que, además de cultivar el enfrentamiento desde las aulas, generan en el futuro desigualdades entre los españoles a la hora, por ejemplo, de acceder a un puesto de trabajo, dependiendo de la comunidad autónoma donde hayan sido educados.