Este domingo se disputa la final de la primera de las siete citas de la Premier League Kárate-1, que en las últimas cuatro temporadas ha ganado la talaverana Sandra Sánchez.
Tras ganar su quinto título de campeona de España consecutivo la de Talavera ha retornado a la competición internacional y lo ha hecho clasificándose para una final que pase lo que pase le reportará unos jugosos puntos en su carrera hacia los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Y es que si las medallas siempre son importantes, y con esta será la 40ª consecutiva, los puntos serán los que decidirán los pasaportes para la ciudad nipona, y en regularidad es difícil ganar a la cerámica.
Reeditan final mundialista
Kiyou Shimizu y Sandra Sánchez se verán las caras dos meses después de ese histórico título mundial que fue a manos de la de la Ciudad de la Cerámica.
Con un sistema de competición diferente en el que se prescinden de las tradicionales eliminatorias, ambas solventaron las dos primeras rondas en distintas liguillas y grupos. Junto con las otras 14 mejores pasaron a una segunda vuelta, ocho en cada grupo, donde Sandra se vio las caras con cuatro japonesas, una italiana, una hongkonesa y una competidora turca.
Tras un impresionante ‘papuren’, kata favorito de la actual campeona del mundo, Sandra consiguió 25,26 puntos que le han servido para colocarse primera de grupo y por tanto poder luchar por el oro este domingo.
Pros y contras de la nueva normativa
Sobre la nueva normativa, el seleccionador nacional y pareja de Sandra, Jesús del Moral, ha señalado que “estas nuevas normas tienen aspectos positivos y negativos, permiten al competidor tener más descanso entre distintas rondas y por tanto dar el cien por cien en cada vuelta, pero para el espectador pierde un poco de emoción además de no resultar nada fácil de seguir la competición”, ha señalado tras esta primera experiencia con las nuevas normas de arbitraje de kata.
Por último cabe señalar que los jueces, que ahora son 7 y no 5 y sólo se computan las tres notas intermedias, eliminándose las dos más altas y las dos más bajas, no emiten su veredicto levantando la bandera con el color del cinturón del karateca sino a través de una tablet.
