El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha ofrecido para la segunda legislatura que arranca más diálogo, más pactos, más moderación y más cercanía, asegurando que el haber logrado mayoría absoluta en las urnas no les hace “más listos ni inmunes al error”.
García-Page ha realizado estas propuestas en su discurso tras jurar el cargo como presidente de Castilla-La Mancha, un acto que se ha celebrado este sábado en el Palacio de Fuensalida de Toledo, sede de la Presidencia regional, y al que han acudido unas 550 personas, entre ellos tres ministros en funciones del Gobierno central.
El presidente regional que ha dedicado las primeras palabras de su discurso a su familia; a Elena de la Cruz, la consejera de Fomento que falleció en 2017, y al exsecretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha considerado que si la ciudadanía ha dado al PSOE una amplia mayoría absoluta en las elecciones autonómicas, tras el gobierno en minoría de la anterior legislatura, significa que la ciudadanía “ha votado por más política” y ha avalado la gestión que se ha llevado a cabo”.
Por ello, ha llegado a la conclusión de que el Gobierno regional que lidera ofrecerá “lo mismo” que ha realizado desde 2015 a 2019, subrayando que habrá más diálogo institucional y con los agentes sociales; más pactos, más cercanía con las personas y más moderación, todo ello con honestidad y con humildad.