La Policía Nacional y el Ayuntamiento de Toledo están investigando las filtraciones de gasoil que, desde el mes de agosto, se registran en un acuífero del Casco Histórico de Toledo, concretamente en la Cuesta Ciudad, próxima a la Catedral y que ya ha afectado a tres pozos milenarios.
Según han informado a Efe fuentes de la Policía Nacional, agentes de este cuerpo y de la Policía Judicial en colaboración con la Policía Local de Toledo, este miércoles han comenzado a investigar “sobre el terreno” la causa del suceso, para saber si esta fuga procede de algún edificio colindante o de algún suministro cercano.
Estas mismas fuentes han declarado que los agentes investigarán si este vertido, por su naturaleza y posibles consecuencias, constituye algún tipo de delito, además de conocer quién puede ser el responsable, por lo que “aún es pronto” para determinar las causas de un proceso que “puede ir para largo”.
El propietario del local donde se encuentra el acuífero afectado es Julián Baños, historiador y director de la empresa turística Entorno Toledo, que según ha contado a Efe, “está afectando el patrimonio histórico” de este conjunto y ya ha contaminado los tres pozos que él mismo reformó hace años para poder ser visitables.
Baños ha informado de que el pasado 5 de agosto dio la voz de alarma cuando percibió “el color extraño” que teñía de rojo las aguas transparentes de “una pequeña pocetilla”, que rápidamente se trasladó al pozo más grande, “contaminándolo por completo”.
Tras este acontecimiento, expertos y técnicos municipales supervisaron el Palacio Arzobispal, a escasos metros de la Catedral de Toledo, y comprobaron que no existía riesgo de contaminación en las aguas, por lo que según ha denunciado Baños, las administraciones se despreocuparon de él hasta la fecha, cuando “se ha llegado a un punto de no retorno”.
Los aljibes de la Catedral
El historiador ha advertido de que, debido a la contaminación de los otros dos pozos, existe la posibilidad de que los aljibes de la Catedral se puedan ver contaminados y ha criticado que de haber actuado de forma “rápida y coherente” no se habría llegado a esta situación.
“Desde que comenzó el vertido de este fuel, he sacado alrededor de 400 litros de gasoil” ha resaltado Baños, quien ha señalado que además puede entrañar un riesgo desde el punto de vista arqueológico y arquitectónico, ya que este combustible ha empezado a filtrarse por las paredes de roca “que puede debilitar la cimentación del edificio, sobre la que se asientan cuatro plantas de viviendas”.
El propietario ya ha interpuesto quejas legales al Gobierno regional y ha adelantado que antes de finalizar esta semana, tiene la intención de denunciar esta situación a la Fiscalía de Castilla-La Mancha, ya que según ha lamentado, el fuerte olor a gasoil ha ocasionado que tenga que suspender las visitas turísticas en su local, con la pérdida económica que esto conlleva.
Por su parte, la portavoz municipal en el Ayuntamiento de Toledo, Noelia de la Cruz, ha declarado este jueves en una rueda de prensa que el Gobierno local está “en contacto permanente” con el propietario de este local desde que surgió el problema y ha querido dejar claro que se trata de “un problema particular”.
“A día de hoy se desconoce el origen real” del gasoil, ha recordado la portavoz, que ha añadido que el Ayuntamiento está colaborando en la retirada de la sustancia y que además se han puesto en contacto con el Gobierno regional, para que estas instalaciones “sean revisadas de forma pertinente”.
El acuífero consta de dos pozos árabes y uno romano, de nivel freático, cuyas aguas se encuentran actualmente teñidas de un color rojizo de las que emana un intenso olor a gasoil.