El nuncio apostólico, Bernardito Auza, ha impuesto el palio arzobispal al arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, en un acto que ha tenido lugar este sábado en la Catedral Primada al que han asistido el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón.
Monseñor Bernardito Auza ha impuesto el palio arzobispal al nuevo arzobispo de Toledo en una ceremonia solemne en la que este ha realizado su juramento ante el nuncio antes de recibir sobre los hombros el palio.
El palio es un ornamento del Papa y de los arzobispos metropolitanos en la misa pontifical, tiene la forma de una faja circular que carga sobre los hombros y de la cual penden ante el pecho y en la espalda dos tiras rectangulares, todo de lana blanca, y destacan de ella seis o cinco cruces de seda de color negro o rojo y suele adornarse con tres clavos metálicos, que recuerdan los clavos de la Pasión.
Bendecidos por el Papa
Tradicionalmente, el Papa bendice los palios que se han de imponer a los nuevos arzobispos durante la santa misa de la solemnidad de San Pedro y San Pablo, el 29 de junio, en la basílica vaticana.
Este año bendijo 54 palios para que fueran entregados por los nuncios apostólicos a los nuevos arzobispos en sus respectivas diócesis metropolitanas.