El Gobierno de Castilla-La Mancha trabaja en los presupuestos regionales para 2022 para aprobar el techo de gasto y tenerlos listos antes del 1 de enero del próximo año, y las cuentas regionales se centrarán en potenciar el estado del bienestar, atenuar los efectos de la covid-19 y desarrollar la Ley contra la Despoblación.
Así lo ha señalado este jueves en rueda de prensa el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, quien ha asegurado que la región “dispone de los mimbres necesarios para armar los presupuestos” en un clima, ha recalcado, de “estabilidad política institucional”.
Asimismo, ha asegurado que, a pesar de los “ajustes” que puede suponer que no haya fondo covid para las autonomías por parte del Estado y el ajuste del objetivo de déficit, el Gobierno regional “no exigirá ningún sacrificio a los ciudadanos”, garantizará los niveles de gasto en relación a la covid-19, en cuya lucha “no escatimará ni un solo euro”, y mantendrá el resto de compromisos adquiridos.
De esta manera, ha aseverado que los presupuestos regionales para 2022 seguirán “potenciando y fortaleciendo el estado del bienestar”, atenuarán los efectos negativos de la pandemia en las empresas, y fundamentalmente en los autónomos, y aprovechará los fondos europeos para incentivar un crecimiento económico que genere empleo y la transformación del sistema productivo hacia la digitalización y la transición ‘verde’.
La despoblación
También impulsará, ha recalcado, todas las medidas relacionadas con la despoblación basadas en la Ley aprobada por las Cortes regionales y en la Estrategia de lucha contra la despoblación.
Con todo, ha indicado que los presupuestos de 2022 tendrán “respeto absoluto a la ortodoxia financiera y presupuestaria” y seguirán siendo “rigurosos con el manejo de los caudales públicos”, lo que ha llevado a su modo de ver a obtener superávit en 2020 y a poder cumplir el déficit en 2021.
Además, ha agregado que Castilla-La Mancha seguirá liderando el gasto sociosanitario vinculado a la covid-19 en relación con el Producto Interior Bruto (PIB) regional.
