El Colegio Mayol de Toledo es el primer centro educativo de Castilla-La Mancha en entrar en el Registro Huella de Carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono, algo de lo que se siente “orgulloso”.
En nota de prensa, el Colegio Mayol ha explicado que el reto comienza ahora “intentando reducir y compensar nuestra huella de carbono e implicar a otras organizaciones en esta responsabilidad global”.
El Registro Huella de Carbono, de carácter voluntario y creado por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, recoge los esfuerzos de las empresas, administraciones y otras organizaciones españolas en el cálculo, reducción y compensación de las emisiones de gases de efecto invernadero que genera su actividad.
Tras el incendio que hubo cerca del colegio en junio de 2019, el Colegio Mayol en colaboración con la UCLM y la empresa Ingenia Calidad y Medio Ambiente puso en marcha en el curso 2019-2020 un proyecto medio ambiental con el fin de incrementar la sensibilización de su alumnado y el cuidado del entorno que les rodea para preservarlo en las mejores condiciones posibles.
Por ello, se han realizado diversas actividades desde el centro para llevar acabo el proyecto como charlas-coloquio sobre el cambio climático, talleres experimentales de laboratorio para mostrar el mecanismo que produce el calentamiento de la Tierra como consecuencia de las elevadas emisiones de CO2, así como la recogida, identificación y separación durante una semana de plásticos y otros residuos.
Asimismo, realizaron un taller donde enseñaron al alumnado a calcular mediante una aplicación informática cual era la huella de carbono generada a partir de nuestra actividad diaria, incluyendo así una estimación de la cantidad de árboles que sería necesario plantar para compensar las emisiones.
Es el primer centro educativo de Castilla-La Mancha en entrar en el citado Registro, lo que certifica “nuestro compromiso con nuestro entorno y medio ambiente”, señalan desde el Colegio Mayol.