Castilla-La Mancha instalará un centenar de cajeros automáticos para contribuir al desarrollo rural y facilitar así a los habitantes de zonas despobladas a que tengan acceso a este servicio sin necesidad de desplazarse a municipios mayores.
Según ha informado este jueves el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, este servicio cumple con los preceptos de la Ley contra la Despoblación de la región y tendrá un coste de 3,5 millones de euros.
El convenio ha sido suscrito este jueves para instalar el centenar de cajeros automáticos en pequeños municipios de la región que carecen de sucursales de entidades bancarias.
El objetivo es “que todos los habitantes de esos pueblos pequeños puedan acceder a este servicio sin necesidad de desplazarse a municipios mayores”, ha dicho Martínez Arroyo.
Actualmente, 449 municipios de Castilla-La Mancha carecen de sucursal bancaria, la mitad de ellos en la provincia de Guadalajara.
Los cajeros ofrecerán una atención integral, que incluye la disposición de dinero en efectivo, la consulta de saldos, la consulta de últimos movimientos, el cambio de idioma o de pin, la recarga de tarjetas bancarias prepago y de teléfonos móviles, así como operaciones sin contacto.
El precio máximo para el usuario por realizar una operación será de 1,35 euros.