La Cámara Bufa, espacio gestionado por el Consorcio de la Ciudad de Toledo, ofrece una exposición de fotografía histórica que narra la vinculación de los toledanos con el río Tajo. Un recorrido de un siglo y medio, desde aproximadamente 1850 de cuando datan las primeras instantáneas, hasta nuestros días.
‘La memoria visual del Tajo’ es una propuesta de la Real Fundación Toledo que, en colaboración con el Consorcio, se podrá contemplar hasta el próximo 26 de junio en este espacio dedicado al arte y la cultura contemporánea ubicado en la plaza de las Concepcionistas.
La muestra ofrece un recorrido por los oficios vinculados al río, como los pescadores y aguadores, pasando por la parte más lúdica con instantáneas de los baños en el Tajo o las tardes junto a la ribera. También un apartado paisajístico y emocional con fotografías de gran belleza, mostrando también desde el artificio de Juanelo Turriano hasta los molinos, ligados al agua del río.
La exposición también dedica un apartado esencial para narrar la degradación del Tajo con fotografías de las primeras espumas en 1967, la prohibición del baño en 1972 y la “puntilla definitiva” con la aprobación del trasvase Tajo-Segura, señala el presidente de la Real Fundación, Eduardo Sánchez Butragueño.
“Toledo y la manera de vivir”
Butragueño destaca que la institución está “volcada” desde su nacimiento en la “defensa” del Tajo por su valor paisajístico enfatizando en “la ligazón histórica” del río con la ciudad y con sus habitantes. “El Tajo es un elementos consustancial a la manera de vivir Toledo y con esta exposición vamos a conocer perfectamente esa conexión”, señala.
El gerente del Consorcio, Jesús Corroto, enfatiza en la colaboración entre instituciones y en el compromiso del organismo en la conservación y protección del patrimonio histórico pero también paisajístico de la ciudad.
Corroto defiende la importancia para la ciudad de “recuperar” el río Tajo como elemento fundamental para el Casco Histórico y la ciudad. “Sería fundamental sumarlo para las nuevas generaciones”, apunta.
El gerente invita a los toledanos y los visitantes a contemplar la exposición, además de conocer un espacio “coqueto” del patrimonio desconocido toledano que cuenta con un completo programa cultural durante todo el año.
